Imagen tomada de France 24 |
Ucrania. En el curso de la guerra de ocupación del imperialismo ruso en Ucrania, las manos sanguinarias del imperialismo yanqui y alemán continúan apoyando al gobierno nazi de Kiev prolongando la carnicería, donde las únicas víctimas son los trabajadores y los pueblos. Los gobiernos reaccionarios de EE.UU. y Alemania han anunciado el envío de tanques de guerra para apoyar el títere Zelensky. Se trata de 14 tanques Leopard-2 (Alemania) y 31 tanques Abrams (EE.UU.) los cuales se sumarían a los 14 tanques Challenger (Inglaterra) que se habían anunciado previamente. Este conflicto bélico por el nuevo reparto de las zonas de influencia en Europa busca despresurizar la crisis general del imperialismo y su efecto es justamente el contrario, pues además de las evidentes penurias de la guerra imperialista sobre los territorios en disputa, el nivel de vida de las masas en otros países se deteriora aún más con el alza del costo de la vida, la especulación, la explotación y la miseria. Debemos recordar que no existen los imperialismos buenos, todas las potencias y súper potencias tienen las manos manchadas de sangre de la clase obrera y los pueblos oprimidos. ¡Abajo los imperialismos yanqui y ruso! ¡Abajo el gobierno nazi de Kiev! ¡Abajo la guerra imperialista!
Palestina. Una nueva masacre se registró en la Cisjordania ocupada en un campamento de refugiados en Jenin. El ejército fascista-sionista de ocupación irrumpió el pasado 26 de enero lanzando una enorme cantidad de gases lacrimógenos contra un hospital pediátrico -lo que obligó a la evacuación de los niños-, mientras que realizó una innumerable cantidad de disparos de armas de fuego contra la población. Israel justificó esta incursión diciendo que se trató de “un operativo antiterrorista”. Al menos 9 palestinos fueron asesinados por el ejército israelí, entre las víctimas mortales se encuentra Magda Obaid, una mujer de 61 años quien murió de un disparo en el cuello. Decenas de palestinos fueron lesionados o intoxicados con los gases. Paralelamente en Jerusalén un décimo palestino fue asesinado por el ejército sionista. Como resultado de esto, diversas facciones de la resistencia palestina han jurado que vengarán a los mártires. Al momento Israel lleva más de 30 palestinos asesinados en este inicio de 2023.
Líbano. El 4 de agosto de 2020 una explosión sacudió Beirut, el puerto y capital de ese país; desde entonces las masas han tomado las calles en diversos momentos denunciando la corrupción y burocracia campante que derivaron en aquella tragedia. Luego de mantener la investigación durante 13 meses en suspenso, el lunes pasado el juez de causa retomó la instrucción acusando al fiscal general y a otros altos funcionarios de Estado por obstruir las investigaciones; en respuesta la Fiscalía ha iniciado una investigación contra el juez por “rebelión contra la justicia” y “usurpación”, además de ordenar la liberación de todos los funcionarios detenidos por la explosión. Entre los detenidos ya liberados se encuentra Ziad Auf, funcionario portuario con doble nacionalidad (libanesa-estadounidense) y por el cual el gobierno imperialista de EE.UU. ejerció demasiada presión sobre Beirut para ser liberado y repatriado. El jueves mismo las masas han vuelto a tomar las calles y los juzgados, ahí se registraron algunos enfrentamientos entre familiares de las víctimas y la policía antimotines.
México. La guerra contra el pueblo se profundiza, y las operaciones del viejo Estado terrateniente-burocrático se están concentrando contra los trabajadores y los pueblos en resistencia. A pesar de toda la parafernalia de la autoproclamada “cuarta transformación” luego de la captura de Ovidio Guzmán, el juicio contra Genaro García Luna o los incidentes en el metro de la CDMx, lo cierto es que los esfuerzos principales del régimen están centrados en cercar, aislar, contener, criminalizar y exterminar al movimiento popular, especialmente a las izquierdas anticapitalistas. Si vemos rápidamente los últimos acontecimientos en el país, además de la reciente militarización del metro con la Guardia Nacional, podemos tener una idea más clara. En Michoacán fueron desaparecidos los compañeros Ricardo Lagunes Gasca y Antonio Díaz Valencia, el primero de ellos abogado democrático y el segundo dirigente comunitario que han estado visiblemente a la cabeza de la resistencia contra el proyecto minero “Las Encinas”. Mientras tanto en el Istmo de Tehuantepec en menos de 15 días se han registrado distintas agresiones; la primera fue la detención arbitraria de David Hernández Salazar, de la comunidad Binniza´ de Puente Madera, Municipio de San Blas Atempa; el pasado 17 de enero David fue detenido por agentes de investigación en Tehuantepec y trasladado al reclusorio de Tanivet donde horas después fue puesto en libertad vinculado a proceso por oponerse a la imposición de un polígono industrial del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT); la segunda ha sido el hostigamiento contra ejidatarios y comuneros de la zona norte del Istmo quienes realizaban un bloqueo a las vías de ferrocarril tras expulsar a trabajadores de la empresa que realiza las obras del CIIT, en represalia desde el día 26 de enero arribaron elementos de la Secretaría de Marina Armada de México para tratar de intimidar a la población, lo que derivó en nuevas protestas y la llegada de más campesinos a reforzar la lucha. Por último el día de ayer, 29 de enero sujetos armados a bordo de 10 camionetas arribaron a la comunidad de Rincón Tagolaba, Tehuantepec, derrumbando las cadenas de acceso a la comunidad, los postes y cercos de las viviendas, realizando detonaciones al aire e incendiando pertenencias de la población. Al mando de estos iba el mercenario “Tacho” Canasta y su hermano Sergio Gutiérrez quien se ostenta indebidamente como “comisariado” de Santa Cruz Tagolaba; su objetivo es intimidar a la población para adueñarse de las tierras de la comunidad y negociarlas con el CIIT. Muchas horas después arribó un operativo de la Guardia Nacional tras las denuncias ante organismos públicos de derechos humanos, pero los agresores ya se habían retirado llevándose consigo la evidencia de la agresión armada.