FRANCIA: PRIMERO DE MAYO COMBATIVO CON POLÍTICA CONTRARIA Y OPUESTA A LA OPORTUNISTA Y REVISIONISTA


El día de ayer, 1° de mayo, día de combate y balance del proletariado internacional, que tiene el rol histórico de sepulturero del capitalismo y con ello de toda sociedad de clases para llegar al Comunismo -la sociedad de la eterna armonía; la clase en todo el mundo y los pueblos de las naciones oprimidas salieron a las calles a manifestarse contra el imperialismo, la semifeudalidad y el capitalismo burocrático.

En los países imperialistas el proletariado salió a las calles para expresar su odio contra el imperialismo y sus representantes. En París y en toda Francia los manifestantes enfrentaron con decisión la bárbara e indiscriminada represión de las fuerzas represivas del Estado imperialista francés, como informan los diarios: "Cientos de miles salieron a protestar y en París se desató la violencia en las calles. 1º de Mayo francés con marcha y represión. El encono que suscita el presidente Emmanuel Macron y los símbolos de su mandato son tan densos como en los primeros días del movimiento de los chalecos amarrillos". Dice la nota periodística que comentamos en las líneas que siguen, nota del 02 de mayo, por Eduardo Febbro, desde París para Página 12 de Argentina. Debajo mostramos una foto de las luchas en París aparecida también junto a la nota:

"Las protestas en París derivaron en choques violentísimos entre manifestantes y policías.
 

Imagen: AFP

Como informa a su manera el periodista, porque para nosotros fue un día de combate proletario:

"Un virulento 1ºde Mayo en París donde se aunaron en las calles los sindicatos, los grupos autónomos y Black Blocs y los chalecos amarillos. Cuarenta mil manifestantes desfilaron en la capital francesa para cerca de 400 mil en todo el país. La cifra es corta comparada con otras épocas pero las protestas en París derivaron en choques violentísimos entre grupos de manifestantes y la policía y, también, en una serie de saqueos y destrozos en el Boulevard de Montparnasse y sus alrededores.

El encono que suscita el presidente Emmanuel Macron y los símbolos de su mandato son tan densos como en los primeros días del movimiento de los chalecos amarrillos, en noviembre de 2018. La gente se la agarró otra vez con todo lo que respiraba lujo o riqueza. Dejó intactos a los bares de perfil popular y destruyó locales coquetos y bancos. Los sindicatos protestaron con vehemencia por la brutalidad de las cargas policiales".

Tal fue la violencia policial que hasta los revisionistas y oportunistas de la aristocracia obrera tuvieron que decir algo para "salvar su alma":

"Las fuerzas del orden barrieron contra todo el mundo, incluso los sindicalistas perfectamente identificados y poco inclinados a los saqueos. La CGT denunció la “violencia sin precedentes e indiscriminada”, dice la nota y agrega sobre la violación de su "democracia" por las propias fuerzas represivas del Estado burgués:

 "El “extremo centro” de Macron pega y con saña. Trescientos cincuenta periodistas se quejaron legítimamente del trato agresivo, intimidatorio, a menudo con violencias físicas y verbales de las fuerzas del orden con ellos. Parece que cubrir una manifestación callejera en Francia es más peligroso que estar en una verdadera guerra. Los periodistas denunciaron “los golpes”, la “incautación del material, las amenazas y los insultos”. Las fuerzas del orden hasta se permiten borrar por la fuerza las cartas memoria de las cámaras. Todo un espectáculo democrático al revés".

Así, se confirma lo establecido en la Declaración por el Primero de Mayo 2019: ¡Osar luchar, Osar vencer!, en la parte que dice:

"No olvidar, que en el proceso del Estado burgués, éste se ve con el peligro de enfrentar a la revolución, obligado a tomar más medidas para restringir y sofrenar las luchas, no es que los demoliberales den un salto al fascismo pero con las leyes de restricción preparan el camino".

Así, según la nota informativa de prensa que comentamos, "los demoliberales" como Macon, siguen la pauta de su clase para enfrentar la creciente lucha proletaria:

"La doctrina del mantenimiento del orden reactualizada en marzo pasado se caracteriza por un recurso desmedido a la fuerza. Todo lo que se asemeja a un manifestante es interceptado por la policía con unos modos de corte inobjetablemente dictatorial. Se trata de intimidar.

El gobierno tiene además un nuevo paquete legislativo para reprimir donde hasta se ha incluido la prohibición de ir con la cabeza o la cara tapada. Una vez más, los extremismos de los Black Blocs y la respuesta policial amplificaron el impacto político de una manifestación con niveles de convocatoria más bien modestos. Al igual que ocurre cada sábado con las protestas de los chalecos amarillos, hay poca gente y mucho eco social y político. La represión ha terminado de marcar con fuego el mandato presidencial. Desde noviembre hasta ahora, hay cientos de personas gravemente heridas, con miembros amputados y ojos perdidos por los disparos de la policía. Y jamás ha habido como ahora tantos miles y miles de personas arrestadas y juzgadas sin equidad".

Y termina la nota con una declaración desembozada de oportunismo y de condena apenas soterrada a la violencia proletaria contra la violencia reaccionaria, así dice este oportunista:

"Los Black Blocs y las extremas izquierdas esperaban hacer de este primero de mayo un nuevo escenario de batalla. Lo lograron una vez más. A su manera, junto a la represión policial indiscriminada, empañaron la esencia de este día del trabajador donde lo fundamental era reclamar por los derechos laborales y la igualdad y cuyos protagonistas suelen ser los sindicatos. El sindicato de la violencia hurtó el primer plano".

Y ¿por qué tanta represión y esa protesta hipócrita del periodista oportunista de Página 12, Eduardo Febbro?

 Porque  en esa lucha los maoístas pese a todas las dificultades pugnan por dirigirla y aplican una línea de clase desarrollándola en función de la lucha por el Poder, como dice la Declaración por el Primero de Mayo 2019 de los Partidos y Orgabnizaciones Maoístas del Mundo: ¡Osar luchar, Osar vencer!, en la parte correspondiente al respecto:

"En Francia, los chalecos amarillos están en las calles por miles, luchando por varios meses, todas las semanas, luchando contra el imperialismo francés. En todo el país, desde París hasta Marsella y docenas de ciudades más pequeñas o más grandes, las masas se levantan no solo para luchar contra un aumento de las medidas de explotación, sino también contra el sistema en sí.

Lo hacen a pesar de todos los esfuerzos del Estado francés, ya sea zanahorias como en las ofertas de Macron o el garrote a través de la violencia policial desatada. Izando en medio de esta feroz lucha el estandarte rojo con la hoz y el martillo. Demostrando la necesidad de desarrollar la lucha reivindicativa en función del Poder, éste es un principio político del trabajo de masas de gran importancia para la reconstitución del partido comunista y preparación del inicio de la guerra popular.

La lucha reivindicativa es necesaria, pero tenemos que aplicarla a la manera de los comunistas, con política contraria y opuesta a la oportunista y revisionista, aplicando una línea de clase y elevándola a través de acciones. ¡Desarrollar la lucha reivindicativa en función del Poder!".