Aquí compartimos el comunicado de la Organización Campesina de la Sierra Sur con motivo de los 28 años de la masacre de Aguas Blancas ocurrida el 28 de junio de 1995 en el estado de Guerrero.
Al Ejército Zapatista de Liberación Nacional
A las bases zapatistas
Al Congreso Nacional Indígena
Al Consejo Indígena de Gobierno
Al Pueblo de México
A los pueblos de Guerrero
A la Sexta Nacional e Internacional
A
los medios libres y dignos
A Ricardo Rocha
Periodista que con su búsqueda de la verdad abrió la puerta a las posibilidades de justicia en la masacre de Aguas Blancas.
A 28 años de la masacre de Aguas Blancas, la justicia es ausencia. Rubén Figueroa Alcocer, el principal culpable, sigue impune.
En este nuestro
México de hoy, no es el único caso en que se espera justicia. Los militantes y
familiares de los masacrados de la Organización Campesina de la Sierra del Sur
(OCSS), somos solo una parte. Los familiares de otros masacrados, los
asesinados, los desaparecidos (por motivos políticos o no), los injustamente
encarcelados, también esperan el castigo de los culpables. Resaltan los casos
de las guerras sucias de los años 60’s, 70’s, 80’s, 90’s y dos miles,
Ayotzinapa, El charco, la guardería ABC, otros.
Como hace más de
30 años, cuando pensamos organizarnos para enfrentar la depredación de nuestros
bosques, hoy existe una situación parecida. Vimos pasar camiones cargados de
troncos de árboles cortados en bosques de la comunidad de Tepetixtla en Coyuca
de Benítez. Descendiendo hacia Atoyac de Álvarez. Autoridades federales,
estatales y municipales los miraron pasar. No dijeron, ni hicieron nada por
detenerlos, fueron cómplices o protegieron el negocio.
Es el llamado
crimen organizado despojando de bienes comunes a los pueblos, que despedaza el
tejido comunitario, que explota y asesina a las personas y que no le importa
degradar la naturaleza con sus negocios, para esto cuentan con apoyo
gubernamental y de algunas empresas. Despojan y se protegen en las armas del
estado y en las propias.
Lo hacen en la sierra, en la montaña, en las costas, en todo el estado de Guerrero, en Chiapas, en Oaxaca, en Michoacán, en todo el país. Se ve en otros países.
Es el
capitalismo de este tiempo en donde se diluyen las diferencias entre la
economía formal, la informal y las actividades delincuenciales. Es el
capitalismo de la decadencia; delincuencial y más depredador.
Las ganancias
ilegales son una fuerza que lo dinamiza; el lucro fácil es la norma; la
corrupción sistemática, su dinámica cotidiana; se rigen por el éxito al precio
que sea. Es violencia armada y genocidio.
No les importa
provocar grandes daños ambientales y sociales; contaminación y deforestación;
homicidios, desapariciones, violaciones, feminicidios, migración forzada; trata
de personas para explotación sexual o laboral, venta de niños y órganos;
cualquier persona es una mercancía más en estos tiempos como en tiempos pasados
no vemos un cabio en la mal llamada (4T).
Para ello buscan
doblegar a la población mediante el terror, el control de la economía local,
servicios propios, naturalización de la violencia e incorporación de una parte
de la población en su maquinaria de guerra, integrándola en su mentalidad, su
cultura, su economía, su control territorial, sus decisiones políticas (harán
alianzas y apoyarán al partido que les garantice sus negocios) y sus lógicas de
violencia organizada. Aun así, su existencia es efímera, mañana pueden ser
“combatidos” y sustituidos por otro grupo y otras personas.
Este
capitalismo, necesita un estado que se diga o se vista de “democrático”, con
capacidad de convocatoria electoral y que dé continuidad al estractivismo
(minería, energéticos, presas, etc.), a las grandes obras de infraestructura
impulsadas antes por panistas y priistas. Y que calle o diga muy poco ante los
crímenes de periodistas, luchadores sociales y feminicidios.
¿Cómo enfrentar
esta situación? Creemos que primero que nada hay que seguir fortaleciendo
nuestras organizaciones, la particular (en nuestro caso la OCSS), la de todos
(el Congreso Nacional Indígena); hay que luchar contra ese afán de querer
enmascarar la realidad. Dejar claro que no basta con un programa nacionalista
que busque la soberanía (energética, alimentaria, otras); que vivimos una
guerra de despojo en la que el capitalismo y sus diferentes actores cuentan con
el apoyo y la complicidad del estado. Que, aunque se digan “progresistas”, “de
izquierda” o de “nuevo régimen”, se han reconvertido en estados para la
continuidad del despojo. Que el estado es el primer responsable de la violencia
expoliadora contra los pueblos. Que el tejido social es un campo de batalla,
que los delincuentes organizados y otros grupos paramilitares, buscan romper
para recomponerlo en beneficio de intereses económicos y políticos.
Hoy, para
enfrentar esa violencia, son imprescindibles las autodefensas comunitarias
(como la de la CRAC-PF), firmemente arraigadas en las comunidades que resisten.
No sólo defienden y cuidan, las propiedades, la vida y la naturaleza, sino
también las relaciones humanas.
No esperamos
caminos cortos y fáciles, creemos que sólo la resistencia organizada y persistente
abre los caminos que buscamos.
¡ALTO A LAS
AGRESIONES A LAS COMUNIDADES ZAPATISTAS!
¡FUERA
PARAMILITARES DE LA COMUNIDAD MOISES GANDHI!
¡CASTIGO A RUBEN
FIGUEROA ALCOCER!
¡AGUA, AIRE,
TIERRA Y BOSQUES SIN VENENOS NI CONTAMINANTES, ES UN DERECHO DE TODOS!
¡PRESENTACION
CON VIDA DE BENITO BAHENA MALDONADO, GILBERTO ROMERO, MAURO BAHENA MALDONADO Y
GABRIEL BAHENA BAHENA!
¡LIBERTAD
INMEDIATA PARA ANTONIO BARRAGAN CARRASCO Y MARIA LUISA ZAMORA INJUSTAMENTE
PRESOS EN MORELOS!
¡ALTO A LA
DEPREDACIÓN DEL BOSQUE, Y DEL AGUA DE LA CIUDAD DE MÉXICO, ESTADO DE MÉXICO Y
MORELOS!
¡JUSTICIA PARA
LOS 43 DESAPARECIDOS DE AYOTZINAPA!
¡JUSTICIA PARA
LOS MUERTOS DE LA NOCHE TRAGICA DE IGUALA!
POR LA UNIDAD DE INDIGENAS CAMPESINOS Y OBREROS
ORGANIZACIÓN CAMPESINA DE LA SIERRA DEL SUR
NUNCA MAS UN MÉXICO SIN NOSOTROS
28 DE JUNIO, COYUCA DE BENITEZ GUERRERO