Según reportes de la Prensa Chiripilko de Chile el pasado 13 de julio se realizaron protestas conjuntas de masas populares del medio rural inconformes por la desatención del viejo Estado luego del desbordamiento del río Mataquito. El medio democrático informa “una importante movilización de campesinos pobres, medios y trabajadores del campo de los sectores de Villa Prat (comuna de Sagrada Familia), Huaquén (comuna de Curepto) La Huerta (comuna de Hualañé) y otros sectores que, tras las inundaciones por la crecida del río Mataquito vieron perdidas sus siembras, viviendas, animales y aperos de trabajo para la agricultura”.
Las masas rurales tomaron la plaza de armas de Villa Prat, ingresando con caballos, tractores, vehículos y a pie, mostrando su inconformidad y exigiendo la entrega inmediata de ayudas económicas para reponer lo que se ha perdido con el siniestro.
En Chile como en México y todos los países del tercer mundo, la línea que sigue el capitalismo burocrático en el campo es la de la desatención total de la producción rural. Las complicaciones para el pago de siniestros ante los desastres naturales (la mayoría de las veces provocados por la sobreexplotación de los recursos naturales) se desprende de esta línea burocrática, y es un trámite totalmente engorroso y lento, lleno de trabas para las masas y generalmente está condicionado por criterios clientelares, paternalistas y electoreros que lastiman aún más al pueblo y en todos los casos la especulación financiera está detrás suyo con fideicomisos y fondos de los monopolios que lucran con estos desastres.
Al respecto los compañeros de Chile mencionan que en medio de estas protestas han aparecido politicastros y representantes del viejo Estado, como queriéndose montar sobre la lucha de las masas para corporativizarlas y desmovilizarlas… “Sobre la aparición de estos políticos, mucho sienten desconfianza o recelo ya que consideran que siempre llegan prometiendo soluciones, dando "calmantes" y tratan de agradar a la gente, pero al tiempo se olvidan del pueblo y sus demandas. Los manifestantes relatan que "como campesinos estamos en el suelo, pero lucharemos por salir adelante con nuestro trabajo, no queremos más mentiras. No hay nada más horrible que ilusionar a un herido".
Que las masas rurales de Chile no crean más en los politicastros del viejo Estado refleja su capacidad política e instinto de clase. Ahora están previstas nuevas movilizaciones, uno de sus llamados es… “a no confiar en los políticos electoreros, a tomar la dirección del movimiento de forma independiente y no rendirse hasta conquistar las demandas”.
