Palestina. En la ciudad ocupada de Jenin el odioso ejército reaccionario de Israel abrió fuego real contra jóvenes manifestantes, como resultado un adolescente murió. La víctima respondía al nombre de Amjad Al-Fayed, tenía 17 años de edad y ejercía periodismo desde el medio independiente “Nido de Avispas” ampliamente difundido en las redes sociales. Según informes del Socorro Rojo, los jóvenes manifestantes cargaron el cuerpo sin vida de su compañero, marcharon con él en hombros por las calles de la ciudad en medio de los enfrentamientos; más tarde estalló una huelga general en la ciudad para repudiar este cobarde asesinato. Amjad siempre expresó su rechazo hacia la ocupación y desde el periodismo independiente denunciaba el régimen de apartheid impuesto contra su pueblo. Una multitud de personas lo acompañaron en su funeral lanzando consignas de liberación nacional. Como hemos informado en días anteriores, el ejército sionista recientemente asesinó a la periodista de guerra Shireen Abu Akleh del medio Al Jazeera, lo que lleva a pensar en una acción sistemática de Israel en contra de los comunicadores que difunden la lucha del heroico pueblo palestino.
Chile. El gobierno reaccionario del Gabriel Boric ha ordenado la remilitarización del territorio Mapuche en la región de La Araucanía y Biobío, esto para proteger los intereses del latifundio y las empresas trasnacionales que han despojado al pueblo Mapuche el cual sostiene una tenaz lucha de resistencia con movilizaciones de masas y sabotajes reclamando la restitución de sus tierras. Boric, al igual que AMLO en México, sirve como títere del imperialismo para imponer las políticas antipopulares contra la clase obrera y los pueblos. Ambos durante sus campañas prometieron “acabar con la militarización” de los respectivos países y han hecho justo lo contrario. El gobierno pelele de Boric ha justificado esta decisión criminalizando al pueblo Mapuche, sosteniendo que "en el último tiempo ha habido un aumento de los actos de violencia en las rutas, hemos sido testigos de cobardes ataques (...) También hemos visto cortes extendidos de carreteras, que ponen en riesgo el libre tránsito y cortan la cadena de suministro, aumentando el costo de la vida en las zonas más rezagadas de nuestro país”.
México. La autoproclamada 4T va de tumbo en tumbo; recientemente ha presentado la actualización de la cifra oficial de personas desaparecidas señalando que ya son un total de 100 mil en un conteo a cargo del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO). Evidentemente esta cifra puede estar maquillada y no reflejar con exactitud el número real de personas desaparecidas de manera forzada o por particulares. El registro de personas desaparecidas data de1964, pero tuvo un notorio incremento desde que Felipe Calderón decidió sacar al ejército a las calles para “combatir al narco”, estrategia seguida por Enrique Peña Nieto y posteriormente continuada, legalizada y normalizada por Andrés Manuel López Obrador (AMLO). En realidad, la militarización del país y de su economía responde a una estrategia contrainsurgente dictada por el imperialismo yanqui para mantener sometido al pueblo de México; así, aunque el falso mesías AMLO justifica su estrategia de seguridad con la creación de la Guardia Nacional, en realidad se mantiene una guerra contra el pueblo de forma sistemática. Muchas de las personas desparecidas son luchadores sociales, tales como Edmundo Reyes Amaya y Gabriel Alberto Cruz Sánchez del EPR (desaparecidos en Oaxaca el 25 de mayo de 2007), el Dr. Ernesto Sernas García de la CP-Sol Rojo (desaparecido en Oaxaca el 10 de mayo de 2018) o Sergio Rivera Hernández de MAIZ (desaparecido en Puebla el 123 de agosto de 2018), entre muchos otros. En un comunicado la Red Nacional de Organismos Civiles de Derechos Humanos “Todos los Derechos para Todas y Todos” (Red TDT) controvirtió los datos oficiales señalando que… “Esta cifra representa tan solo la superficie de una grave crisis en derechos humanos, violencia y desapariciones forzadas que incrementa todos los días en el país. El gobierno en turno se empeña en negar lo que miles de familias viven”.