El pasado 7 de noviembre una
joven de nombre Bianca Alejandrina Lorenzana Alvarado (Alexis) desapareció
misteriosamente en el municipio de Benito Juárez, Quintana Roo, iniciándose la
búsqueda por parte de su amigos y familiares, quienes denunciaron los hechos
ante la Fiscalía del Estado iniciándose la carpeta de investigación 144/ZN/2020,
emitiéndose alerta para su búsqueda y localización.
Dos días después, su cuerpo fue
encontrado dentro de un par de bolsas negras de basura. Se trataba de una nueva
desaparición de personas, de una nueva escena de tortura y saña brutal cometida
contra una mujer, y nuevamente, otro feminicidio.
Se presume que Alexis fue levantada
y torturada por el sólo hecho de ser mujer, de ser joven y de salir a vender
productos a la calle que ofertaba desde aplicaciones digitales como medio de
subsistencia.
De los feminicidios denunciados
por organizaciones feministas, la Fiscalía del Estado de Quintana Roo solamente
reconoce 12 durante este año 2020.
Desde redes sociales, Alexis
también se sumaba a millones de mujeres mexicanas en la exigencia de justicia
para las mujeres víctimas de feminicidios, al saber que en México diariamente
son asesinadas 10 mujeres por el sólo hecho de serlo, mientras que las
legislaciones locales se oponen a reconocer el derecho al aborto libre y seguro,
o asumir los asesinatos cometidos por cuestiones de género contra mujeres como feminicidio.
Una de las entidades
federativas que se oponen a facultar la Interrupción Legal del Embarazo (ILE) es
precisamente Quintana Roo, gobernado por el PAN-PRD y cuyo Congreso Local está
integrado mayoritariamente por la alianza MORENA-PT-PVEM, en donde se han
presentado al menos tres iniciativas de ley para legalizar el acceso al aborto
seguro y todas han sido rechazadas.
Según fuentes de la Secretaría
de Salud de la Ciudad de México, las mujeres quintanarroenses encabezan la
lista de estados del sureste del país que solicitan la ILE en sus
instalaciones, debido a la penalización aún existente en su entidad de origen.
Represión en Cancún
Después del hallazgo de los
restos de Alexis, organizaciones feministas convocaron a una manifestación, la
cual se dirigió hacia la Fiscalía General del Estado de Quintana Roo y
posteriormente al palacio municipal de Cancún; ahí las mujeres y activistas
realizaron pintas y derribaron unos tablones que se encontraban obstruyendo su
avance. Lo máximo que hicieron las muchachas fue encender fuego.
Acto seguido, la policía
estatal de Quintana Roo y la policía municipal de Cancún arremetieron contra la
manifestación disparando armas de fuego, tanto cortas como rifles de asalto, hiriendo
a varias personas. Todo esto ha sido perfectamente documentado por los propios
manifestantes y medios locales, transcendiendo en redes sociales y a nivel
nacional. En estos videos se observa claramente a las policías estatal y
municipal actuar fuera de todo protocolo, con un odio implacable contra la
manifestación, en una especie de vendetta solamente explicable por el
papel reaccionario de los cuerpos policiacos (defensores de la propiedad
privada y del estado) y su colusión con los grupos de la delincuencia
organizada.
De igual forma se ha podido
observar que la Guardia Nacional (cuarto cuerpo de ejército reaccionario en la
guerra contra el pueblo) fue testigo de los hechos de represión, persecución,
ataques armados, golpes y saña fascista contra las y los jóvenes desarmados,
guardando absoluto mutis, dejando hacer a las tropas policiacas que como
hordas sanguinarias perseguían a la juventud.
Ahora, el gobernador derechista
asegura que no dio órdenes de atacar a la manifestación, lo mismo afirman la
presidenta municipal morenista de Cancún y el jefe policiaco del mando único.
En un tuit, la periodista lidia
Cacho aseguró: “A la policía de Cancún le da órdenes el Cartel. #QuintanaRoo
según datos oficiales que publiqué en 2019 está entre los 3 estados con más
niñas desaparecidas y líder en explotación sexual infantil, sus redes de trata
pasan por gobierno, policía, empresarios y carteles”. Esto en respuesta a las
declaraciones de los gobernantes locales.
Es claro que la guerra contra
el pueblo y el terrorismo de estado ordenados por el imperialismo, y llevados a
cabo por los gobiernos federal, estatales y municipales, en colusión con los
señores de la guerra y el latifundio recalcitrante, solo podrá detenerse con
organización y lucha clasista del pueblo, cuando este identifique que las
clases parasitarias organizadas en facciones y partidos serán vencidas no en
las urnas (todos los partidos electoreros del régimen representan los mismos
intereses y Quintana Roo nos da la clara muestra) sino en las calles, con lucha
democrática y revolucionaria en la perspectiva del poder.
#JusticiaParaAlexis
#QuintanaRooFeminicida
¡Alto a la guerra contra el pueblo y el terrorismo de estado!