El
14 de Junio de 2006, el fallido desalojo ordenado por el tirano Ulises Ruiz
Ortiz, logró tomar por asalto unas horas el zócalo de la Ciudad de Oaxaca, a
donde se encontraban instalados los plantones magisterial y popular.
Ese
momento representó un parte aguas en la lucha de los trabajadores y los pueblos
de Oaxaca, pues convocó a la unidad de los más variados esfuerzos y agendas en
torno a un objetivo común: la caída del tirano y la formación de un Gobierno
Popular.
Así
nació la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca, como germen de la
organización amplia y asambleista del pueblo para luchar y ejercer un Nuevo
Poder contra el viejo estado.
Quienes
hoy conformamos la Corriente del Pueblo Sol Rojo, estuvimos presentes en ese
gran esfuerzo de unidad y lucha clasista. En aquel entonces dentro de otros
proyectos que hoy ya no existen o que han quedado atrás.
Los
demócratas, los revolucionarios y los maoístas organizados en el Sol Rojo,
creemos que las enseñanzas de la APPO no prescriben y deben orientar las nuevas
luchas para alcanzar los objetivos históricos de la clase obrera y las masas
populares.
Sí,
la rebelión de 2006 nos mostró que es posible formar un Gobierno Popular y un
Nuevo Poder a condición de romper con los prejuicios de la izquierda legal y
del oportunismo. La rebelión de 2006 nos muestra que los derechos del pueblo no
se negocian y que el principal de estos derechos es el poder para el pueblo. ¡Sí, todo el poder para el pueblo!
La
rebelión de 2006 fue tan sólo un ensayo dentro de la escuela de la lucha de
clases. Otros escenarios vendrán a exigir mayor claridad y mayor contundencia
en la lucha popular. ¡Debemos estar a la
altura!
¡Viva la APPO!
¡La rebelión se
justifica!
14 de Junio de
2020 (a catorce años de la rebelión popular)