La muerte del
joven proletario de la construcción ha despertado la rabia del pueblo en plena
pandemia del COVID 19. Ahora se sabe también que su familia huyó del municipio
de Ixtlahuacán de los Membrillos ya que fue amenazada por sus mismos asesinos y
el propio presidente municipal, Eduardo Cervantes Aguilar, quién como era de
esperarse, ha salido a deslindarse de los claros señalamientos de la familia en
contra suya.
¿Pero quién
puede dar crédito a las palabras del famoso “cacique
de occidente”? un PRIísta de la más recalcitrante cepa que ha vivido
ininterrumpidamente del erario público municipal desde el año 2007.
Regidor,
Secretario General del Ayuntamiento por dos trienios consecutivos y, además,
Presidente Municipal reelecto también durante dos administraciones seguidas, el
“cacique de occidente” conoce bien el
“tejemaneje” del Ayuntamiento. Es
mentira que la policía municipal haya actuado sin sus indicaciones o que este
no tuviera conocimiento de sus actuaciones.
La marcha
convocada para la tarde de ayer dejó patente algo: la indignación popular,
notoria, sólida y presente en el variopinto de colectivos y personas que
salieron del Parque Rojo en esta ciudad, en su mayoría personas jóvenes a
quienes les hervía la sangre de tanto ver como las políticas draconianas,
fascistas y autoritarias del Gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro y sus munícipes,
se han vuelto costumbre para reprimir a los pobres, a la juventud y a todo
aquel que apenas se pronuncie contra la injusticia.
La marcha partió
del parque al palacio de gobierno, siendo en contraflujo; todo fue espontáneo;
con los negocios cerrados
las calles retumbaban a los gritos de "Justicia, Justicia, Justicia”,
"Giovanni no murió, el Gobierno lo mató". La protesta arribó sin
mayores contratiempos al palacio de gobierno donde se realizaron pintas como
forma de protesta. La lógica de los manifestantes es clara: el aerosol se puede
quitar, pero la sangre en el piso en las mazmorras carcelarias donde fue torturado
y asesinado Giovanni López no puede ser borrada.
La multitud
inició un acto político frente al palacio de gobierno, justamente en ese
momento desde el interior del mismo comenzaron a caer botellas de vidrio y
otros proyectiles no tan improvisados en contra de los manifestantes, tras lo
cual un grupo logró abrir las puertas; es en ese momento cuando del interior
del acceso central, la policía antimotines arroja granadas de gas lacrimógeno, iniciándose
una escaramuza entre los manifestantes y los uniformados.
Un sector
reducido del contingente identificado con el oportunismo electorero gritaba “no caigamos en provocación compañeros,
somos un grupo pacifista”; mientras que la ira de las masas legítimamente
se desbordaba, realizando autodefensa e incendiando dos vehículos de la policía
estatal.
La carga
policiaca no fue menor, de hecho, los uniformados salieron a confirmar las
escenas del video de la detención arbitraria de Giovanni, pero esta vez contra
la multitud. En videos de redes sociales se observa la crónica de cómo los
policías estatales de Jalisco gritaban desde el palacio a los manifestantes: "los
vamos a matar, los vamos a matar".
Brutalidad
policiaca más que evidente en Jalisco.
Como era de
esperarse los gendarmes actuaron en vendetta por ver mancillado su orgullo ante
la carga de insultos de los manifestantes que terminaron por desafiar las
medidas fascistoides impuestas por Enrique Alfaro; los antimotines tiraron
gases y balas de goma en todo el centro histórico. El saldo de su intervención
son 26 personas detenidas y un número indeterminado de heridos entre mujeres y
hombres de diversas edades.
Son muchas las imágenes
donde la policía antimotines descarga su saña contra manifestantes, reporteros
y personas que iban de paso. Mujeres violentadas por el hecho de ser mujeres, jóvenes
anarco-punks sometidos y brutalizados por encontrarse en el lugar, camarógrafos
que son golpeados con odio por registrar los hechos, y personas detenidas que
son simplemente reducidas a base de golpes y tortura física; en fin, un
verdadero espectáculo que contrasta con las declaraciones de Macedonio Tamez,
Coordinador de Seguridad de Jalisco que horas antes había asegurado que “no utilizarían a la policía antimotines ni
la fuerza contra las y los manifestantes, para que prive el dialogo”.
Por su parte el
fascista Alfaro asegura que la policía estatal “actuó a la altura, no se cometió ningún acto de violencia”. El gobierno
de Jalisco asevera que la entidad se mantiene en paz y que Giovanni no fue
detenido por no usar cubre bocas sino “se
dio por incurrir en una falta administrativa y ponerse agresivo con los policías”;
y aunque en el video de la detención se muestra claramente que Giovanni no
cometió ninguna falta ni se puso agresivo, el ejecutivo del estado si admite
que “en momentos de pandemia el
incumplimiento de las medidas sanitarias puede considerarse una falta
administrativa”.
El fascista Alfaro
va más allá en su desesperado e inútil intento de salvar su imagen derechista
al inferir que la policía antimotines solamente repelió la agresión y que “los violentos que desde los sótanos del
poder de la Ciudad de México vinieron a Jalisco porque no quieren que nos vaya
bien” han sido los culpables.
El gobernador
entra en disputa el día de hoy contra el gobierno federal, señalando que todo
se orquestó desde sótanos de la CDMX. Como era lógico, Andrés Manuel López
Obrador contra punteó en su mañanera
para deslindarse, asegurando que no entrará al terreno de la confrontación
política pues se trata de un tema local y espera que la Fiscalía Estatal haga
su trabajo.
Se debe recordar
que, en medio de la pandemia provocada por el COVID19, el gobernador del estado
de Jalisco ha sido uno de los más polémicos por implementar medidas
draconianas, cancelando las libertades civiles y democráticas, imponiendo un
estado policiaco y desacatando también las medidas sanitarias que a nivel
federal han dictado los expertos. Alfaro igualmente encabeza las protestas de
los gobernadores separatistas que exigen "el
fin del pacto fiscal y el centralismo federalista”, mientras su congreso
local aprueba más deuda pública por órdenes del ejecutivo, que además de todo
alimenta la base putchista que viene
madurando entre la derecha y la ultraderecha a nivel nacional. Alfaro sueña en
erigirse en el Duce, como su ídolo Mussolini,
y bien alienta rebeliones de ricachos a bordo de lujos automóviles, que reprime
a mansalva con policías antimotines las justas rebeliones del pueblo.
Nuevos
choques se avecinan.
Hay toda una campaña
de racismo, xenofobia, odio de clase contra los pobres y llamados a la
militarización de la derecha y la ultraderecha golpistas, donde visiblemente a
la cabeza destacan el FRENA y el “congreso
nacional ciudadano” como formaciones públicas de la organización política
que están construyendo las expresiones más recalcitrantes de la burguesía
compradora y el latifundio.
Sus virulentas
pretensiones de terror y muerte se gestan en diversos escenarios y desde diversas
estructuras, por ejemplo, el toque de queda light (“voluntario”) que ha declarado la noche de ayer el gobernador del
estado de Oaxaca, Alejandro Murat Hinojosa, llamando a la población a no salir
de sus casas durante al menos diez días, obligando a los mercados públicos de
los Valles Centrales (incluida la Central de Abastos que recientemente sufrió
un incendio) a cerrar sus actividades, más no así las grandes cadenas
comerciales como Soriana, Chedrahui, Walmart, etc. (que están detrás del FRENA).
Ante ello, la
respuesta del proletariado y el pueblo llegan como los anticuerpos naturales
que poco a poco regresan con brío y dinamismo para defenderse del agresor, como
se observa en Jalisco y como sin duda ocurrirá en todo el territorio nacional.
La lucha
democrática y popular se reorganiza y no pierde su objetivo histórico de arribar
a una Nueva Democracia y una Nueva República de carácter Popular.
Seguiremos
exigiendo #JusticiaParaGiovanni sabedores
de que no es el único caso ni la
única afrenta. La inconformidad social irá aumentando y fluyendo en riachuelos hasta
encontrarse en un gran torrente disruptivo.
Construir el
Frente Único contra el fascismo y el golpe reaccionario en marcha, destaca como
una necesidad imperativa. El golpe no es contra “el nuevo gobierno”, es contra el pueblo todo.
La tarea de los
demócratas, progresistas, antifascistas, anticapitalistas, antiimperialistas y
revolucionarios es parar y destruir los planes de la reacción y seguir defendiendo
los derechos del pueblo, sin descuidar la salud y la vida de las masas populares
del campo y la ciudad, en la ruta de la transformación profunda y radical de
la sociedad. ¡El camino está trazado!