Camarada, queremos recordar tu
nombre, tu estudio, tus aportaciones y tu lucha. No ha sido posible ningún acto
público ni la reunión programada, el recital que se tenía agendado debió ser
pospuesto.
Hay un nudo en la garganta
porque este año ni a Javier, ni a Luis, ni al viejo Jorge, ni a ti les hemos
podido rendir los homenajes necesarios. Quizá tampoco podremos hacerlo con Ernesto,
Faustino, Alfredo, Rosalino, Paulino, Mateo, Crecenciana, Ángela, Morales,
Fernando y todos los demás.
Pero es un hecho, tan pronto
los tiempos lo permitan, realizaremos un gran acto político que les recuerde y
les rinda el honor que han conquistado en el corazón y las luchas del pueblo.
Por ahora, nuestra forma de
recordarte es con la Loa al estudio,
esa que tanto declamabas para las juventudes, esa que recitaste para los
camaradas en la prisión cuando fuiste a saludarles.
¡Hasta siempre maestro!
Loa
del estudio
Bertold
Brecht
¡Estudia
lo elemental! Para aquellos
cuya
hora ha llegado
no
es nunca demasiado tarde.
¡Estudia
el «abc»! No basta, pero
estúdialo,
¡ No te canses!
¡Empieza!
¡Tú tienes que saberlo todo!
Estás
llamado a ser un dirigente.
¡Estudia,
hombre en el asilo!
¡Estudia,
hombre en la cárcel!
¡Estudia,
mujer en la cocina!
¡Estudia,
sexagenario!
Estás
llamado a ser un dirigente.
¡Asiste
a la escuela, desamparado!
¡Persigue
el saber, muerto de frío!
empuña
el libro, hambriento! ¡Es un arma!
Estás
llamado a ser un dirigente.
¡No
temas preguntar, compañero!
¡No
te dejes convencer!
¡Compruébalo
tú mismo!
No
lo sabes por ti,
No
lo sabes
Repasa
la cuenta,
Tú
tienes que pagarla.
Apunta
con tu dedo a cada cosa
Y
pregunta: «Y esto, ¿de qué?»
Estás
llamado a ser un dirigente.