Publicamos a
continuación un interesante análisis de la situación actual que guardan las
luchas del magisterio en diversas partes del continente; luchas que en días
recientes han movilizado una gran cantidad de trabajadores de la educación en
distintos países bajo agendas en común: la defensa de la educación pública, los
derechos laborales y sindicales de los trabajadores de la educación, así como
la lucha contra los gobiernos en turno de las burguesías criollas y el
imperialismo.
Estados
Unidos.
Durante la
semana anterior, desde el día dos de abril, más de treinta mil trabajadores de
la educación de escuelas públicas de los estados de Oklahoma y Kentucky han
tomado las principales calles de estas ciudades, e incluso las instalaciones de
los llamados Capitolios locales (congresos legislativos) en defensa del
presupuesto a la educación pública (mismo que se ha desplomado hasta en un 28%
en los últimos diez años) en defensa del salario y en defensa de otras
prestaciones generales de los trabajadores de la educación (como los fondos de
pensiones y seguridad social), las cuales tras una serie de reformas
anti-magisteriales, han sido afectadas en aras del gran capital, justamente en
el país más rico y súper potencia imperialista internacional: Estados Unidos de
América.
Estas acciones
de movilización y protesta magisterial en los EE.UU., son réplicas de lo ya antes
visto en Virginia Occidental, donde poco más de treinta y tres mil trabajadores
de la educación también pararon labores durante nueve días en defensa de sus
derechos laborales, consiguiendo una victoria histórica en medio de las fauces
de la bestia yanqui imperialista.
Son acciones que
sin duda seguirán escalando y creciendo, con nuevos paros de labores entre los
trabajadores de la educación como los que comienza a experimentar Arizona o que
ya se anuncian en otros estados como Nueva Jersey, Wisconsin y Pennsylvania,
entre otros.
Hay aspectos
importantísimos que se deben destacar de estas manifestaciones y paros
laborales del magisterio en los EE.UU.
Primero.- Que la
educación pública en dicho país es descentralizada, y su administración y
presupuesto depende de los poderes legislativo y ejecutivo de los diferentes estados;
por ello la “rebelión de los maestros” se ha direccionado principalmente contra
las sedes oficiales de estos poderes, principalmente contra los llamados
“Capitolios”.
Segundo.- La
propia rebelión magisterial se da también en contra de los aparatos
burocráticos y corporativos de la aristocracia sindical, la cual mantiene
cooptadas las direcciones de las organizaciones gremiales de los trabajadores
de la educación, manifestando abiertamente su carácter servil y pro-burgués con
declaraciones contrarias al paro magisterial. De esto se desprende un
reencuentro de los trabajadores de la educación en los EE.UU. con las mejores
tradiciones de lucha que históricamente habían tenido, particularmente en
defensa de la educación pública como derecho del pueblo y en defensa de sus
derechos laborales, ejercitando la organización independiente y clasista de los
trabajadores de la educación a pesar del gobiernismo y el sindicalismo charro
(o sindicalismo amarrillo, como se le conoce en otros países).
Tercero.- Justamente
al enfrentar al aparato del viejo estado imperialista, los maestros están
debiendo encarar el carácter punitivo y fascista de la ley yanqui en general y
de algunos de sus estados en particular, que proscribe como ilegales este tipo
de paros laborales, ante lo cual el magisterio ha emprendido huelgas de hecho
por encima del derecho burgués bajo la consigna: ¡Alto a la guerra contra la educación pública!, la cual es en
esencia una guerra contra el pueblo. Lo anterior llama a reconocer el auge que
comienza a adquirir la lucha de clases en las fauces mismas de la bestia yanqui
imperialista, justamente en medio de la profundización de la crisis general del
régimen y del gobierno yanqui encabezado por el magnate Donald Trump que está
debiendo enfrentar de forma paralela las luchas de las masas de nacionalidades
oprimidas e “ilegales”, así como los crecientes brotes de inconformidad de la
juventud estudiantil y otros sectores de las masas profundas en dicho país.
Esta crisis del régimen yanqui se inscribe y desarrolla en medio de la crisis
general del imperialismo que necesariamente en los EE.UU. tendrá episodios cada
vez más vertiginosos como estos.
Perú.
Luego de la
Huelga Nacional de las bases del Sindicato Único de los Trabajadores de la
Educación del Perú (SUTEP) realizada el año pasado de Junio a Septiembre de
2017 y que se extendió por diversos rincones de la geografía nacional peruana
en una franca lucha contra el viejo estado burgués-terrateniente (encabezado en
aquel entonces por Pedro Pablo Kuczynski), las bases magisteriales demostraron
de igual forma una firmeza inquebrantable no solamente contra las cúpulas
oficialistas del charrismo sindical del Comité Ejecutivo Nacional, sino también
contra los revisionistas de Movadef y Patria Roja que en los hechos pretenden
llevar al movimiento magisterial a la bancarrota con el colaboracionismo de
clase y el cretinismo parlamentario.
Durante estas
jornadas históricas, los trabajadores de la educación del Perú, asidos a la
línea clasista que vienen desarrollando desde las estructuras regionales y de
base, están constituyendo todo un esquema de organización a la luz del
fortalecimiento ideológico y político del magisterio, como lo demuestran el
Congreso Nacional Extraordinario de los SUTE Regionales en donde se acordó
retomar las movilizaciones y la huelga nacional indefinida y mantener el
proceso organizativo interno contra la aristocracia sindical, el reformismo y
el revisionismo.
De esto se
desprenden los acuerdos de la I, II y III Convenciones Macro-Regionales de las
bases del SUTEP y el paro nacional de 24
horas del pasado 5 de Abril donde el magisterio democrático y clasista demostró
-junto a otros amplios sectores del movimiento popular- el repudio histórico y
el odio de clase del proletariado y las masas populares del Perú hacia el golpe
del fascista Fujimori, ocurrido el 5 de abril de 1992, tras el cual sobrevino
una nueva era de dictadura de la cual el resultado han sido miles de
asesinados, presos políticos y desaparecidos, etc. Así mismo, el magisterio
clasista retoma el clamor y repudio popular en contra del indulto hacia el
tirano como negociación concertada entre las diversas facciones de la burguesía
peruana y el propio imperialismo.
Con este último
paro nacional de 24 horas, las bases del SUTEP demuestran nuevamente su firmeza
y disposición a continuar la lucha contra el charrismo sindical y el viejo
estado, preparando el reinicio de la Huelga Nacional Indefinida, pero también
ganando posiciones al interior del movimiento democrático de las bases,
derrotando a la Línea Oportunista de Derecha (LOD) representada por las ratas
de Movadef y a los renegados de Patria Roja (mejor conocido en el Perú como patria rota).
De estas luchas
magisteriales en el Perú, debemos sacar las lecciones más importantes, las
cuales pueden resumirse así.
Primero.- Que la
lucha de las bases del SUTEP por la defensa de sus derechos laborales y
sindicales es una lucha justa, con una clara perspectiva de clase proletaria,
dirigida y orientada por las mejores tradiciones de combate arraigadas entre la
base trabajadora, donde destaca la presencia fuerte de la línea correcta dentro
de los análisis, el debate y las acciones concretas del magisterio.
Segundo.- Esta
lucha, también se da en el marco de la agudización de las contradicciones
interburguesas que han devenido en la salida de Kuczynski del gobierno de la
república, colocando a Vizcarra como gerente en turno del viejo estado y
personero directo del imperialismo y la burguesía compradora; lo cual habrá de
derivar en nuevas y vigorosas luchas de los trabajadores peruanos de la ciudad
y el campo, justo como lo pudimos observar también con las luchas de los
trabajadores de la salud, los mineros y productores de papa, a las cuales
comienzan a sumarse las luchas de la juventud estudiantil y popular, entre
otros amplios sectores del pueblo.
Tercero.- Que
esta lucha de las amplias masas populares que asumen la línea clasista al
interior del movimiento sindical, estudiantil, campesino y popular, forma parte
de la nueva gran ola de rebelión en el Perú, que apunta pujante hacia el
fortalecimiento del Guerra Popular orientada y dirigida por el Partido
Comunista del Perú que defiende, enarbola y aplica el
Marxismo-Leninismo-Maoísmo-Pensamiento Gonzalo, principalmente Pensamiento
Gonzalo, como la expresión concreta de la aplicación del comunismo científico a
las condiciones específicas del Perú, desarrollando la lucha unitaria
campo-ciudad, ciudad-campo.
México.
Derivado de los
acuerdos del IV Congreso Nacional Extraordinario de la Coordinadora Nacional de
Trabajadores de la Educación (CNTE) realizado los días 15, 16 y 17 de marzo en
la Ciudad de México, las aguerridas bases del magisterio democrático han
respondido con firmeza en el Paro Nacional de 48 horas convocado para los días
9 y 10 de Abril, logrando paralizar labores en escuelas y centros de trabajo en
estados como Chiapas, Oaxaca, Michoacán, Guerrero, Zacatecas, Puebla, Estado de
México, Ciudad de México, Tabasco, entre otros que se sumaron al paro nacional
del magisterio -algunos enérgicamente y otros de forma intermitente o desigual- según las condiciones
específicas de cada contingente en los diversas entidades de la república.
Este paro tiene
como finalidades dos vertientes.
En lo gremial:
la instalación de la mesa única de diálogo con la Secretaría de Gobernación
para la revisión de la problemática magisterial como despidos, descuentos y represión
administrativa en masa contra las bases democráticas, así como una serie de
planteamientos de carácter sindical en la ruta irrenunciable de la
democratización del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE)
el cual está secuestrado por el charrismo sindical.
En lo político:
la derogación de la Reforma Educativa en todos y cada uno de sus apartados y
leyes secundarias, la abrogación de las mal llamadas “reformas estructurales”
(contra-reformas, en realidad), el repudio y anulación de la Ley de Seguridad
Interior, el alto a la represión, el terrorismo de estado y la guerra contra el
pueblo, así como la libertad de los compañeros presos políticos, la
presentación con vida de los desparecidos y el castigo a los asesinos de los
compañeros que han ofrendado su vida en esta lucha, tanto del movimiento magisterial
como del movimiento popular en su conjunto.
Este paro
nacional de 48 horas se encuentra marcado ya por la desaparición forzada del
Profesor Daniel López Castellanos, ocurrida el día 7 de abril en la Ciudad de Frontera
Comalapa, Chiapas, cuando se dirigía precisamente a cumplir con una comisión
sindical dentro de los preparativos del paro nacional. La desaparición del
compañero motiva que la CNTE en el estado de Chiapas, que aglutina a las
Secciones 7 y 40 del gremio magisterial, convoquen un nuevo y vigoroso paro de
labores en la entidad para los días 30 de abril, 1° y 2 de mayo; acciones que
sin duda se estarán inscribiendo dentro de la agenda nacional del movimiento obrero
para hacer de este un primero de mayo rojo, clasista, proletario e
internacionalista contra el régimen y el imperialismo.
De la lucha del
magisterio democrático de la CNTE a nivel nacional, es importante destacar
algunos aspectos.
Primero.- La
CNTE desde su constitución en 1979, ha sido un importante referente de lucha
clasista y de masas al interior del movimiento sindical en México, surgiendo
justamente en el periodo de las grandes coordinadoras de masas y la insurgencia
sindical, manteniendo desde entonces la lucha por la democratización del SNTE y
la transformación de la sociedad, pagando un elevado costo por ello ante el
aparato oficial y extraoficial del viejo estado, aportando una alta cuota de
trabajadores de la educación asesinados, desparecidos y encarcelados a lo largo
de su historia.
Segundo.- Esta
trayectoria y la firmeza que ha sabido mantener la CNTE le coloca en la talla
moral suficiente al interior del movimiento popular y sindical más amplio que
existe en México, y esta labor, la refuerza participando en todos los procesos
y referentes de lucha y unidad nacional, siendo en este momento el más
importante de todos la Convención Nacional Popular y la Asamblea Nacional
Popular, por el carácter clasista y de izquierda que estos han asumido ante el
régimen.
Tercero.- Este
nuevo Paro Nacional de la CNTE acrecienta la confianza del magisterio
democrático en sus propias fuerzas, y cuando se conducen con dinamismo y
congruencia entre los diferentes sectores y espacios de unidad en distintas entidades
de la república y con distintos sectores del pueblo en lucha, le permite
reforzar su política de alianzas con las organizaciones, los sindicatos, los
estudiantes y los pueblos en resistencia, para seguir madurando el llamado a la
unidad y la lucha contra las mal llamadas “reformas estructurales” y demás políticas
anti-populares. En ese sentido, el llamado a desarrollar un Primero de mayo
unitario, combativo y proletario es correcto.
Cuarto.- No
obstante, este proceso de lucha del magisterio debe madurarse ideológicamente y
también de forma programática, pues mientras un amplio sector del magisterio apunta
hacia la izquierda en el contexto actual fijando posición contra el
colaboracionismo de clase y el cretinismo parlamentario, otra parte de él
tiende a derechizarse debido al aburguesamiento ideológico producido y
enquistado entre algunos sectores del propio movimiento magisterial, los cuales
quieren presentar las elecciones burguesas como “una forma de lucha” o bien, arrodillar y desgastar al movimiento
con la supuesta “defensa de la voluntad
popular” que no es otra cosa que hacerle el caldo gordo al viejo estado,
participando de una u otra forma en su proceso electoral, legitimando así su régimen.
De esto se desprende por ejemplo el llamado al “voto de castigo” contra “todos
los partidos” (menos uno, al cual confunden con izquierda, aunque no lo es).
En esa tesitura,
los revolucionarios y los comunistas al interior del magisterio sostenemos que
no es yendo a la zaga de la socialdemocracia ni de sus corifeos como el
movimiento habrá de fortalecerse, sino precisamente rompiendo con todos ellos,
afilando las posiciones clasistas del proletariado al interior del movimiento magisterial.
Hablamos de generar una mejor correlación
de fuerzas no solo para la CNTE o el movimiento democrático magisterial en las
distintas entidades de la república, sino para el conjunto del movimiento
obrero-campesino-estudiantil-popular; y para ello será preciso rectificar
nuestra línea desde una perspectiva clasista, superando el gremialismo.
Este Paro
Nacional nos permite debatir al respecto y afirmar que elevar las formas de
lucha no se trata de hacer “acciones duras” para luego negociarlas, sino de
endurecer también nuestra postura ante el viejo estado y desactivar en los
hechos la aplicación de sus políticas y normas punitivas.
¿Esto qué quiere
decir?
Que nuestras
movilizaciones fuertes, como lo ha sido este exitoso Paro Nacional de 48 horas,
deben convertirse en auténticos llamados a la rebelión popular, llamados serios
que pongan en jaque al viejo estado y sus partidos; en estos momentos de
movilización, principalmente el 1° de Mayo, el llamado a ¡No votar, organizarse y luchar! y al boicot activo contra la farsa electoral, son fundamentales para
ligar al magisterio democrático con lo mejor de lo mejor de sus tradiciones de
lucha y las luchas del pueblo trabajador.
Debemos
alimentar entre la base trabajadora la confianza en sus propias fuerzas y las
fuerzas del pueblo, no orillarlas a depositar sus esperanzas en alguno de los
candidatos del régimen, porque esto sería renunciar a la lucha de clases. La
tarea consiste en hacer ver a la base trabajadora que la “reforma educativa”,
las “reformas estructurales”, la Ley de Seguridad Interior y todas las
políticas anti-populares no serán echadas abajo por “ya sabemos quién”, sino por el pueblo en lucha, quede quien quede
después del circo electoral de la gran burguesía.
No confundir a
las bases con planteamientos mesiánicos que ocultan el cretinismo parlamentario
de sus oradores, ni salidas facilonas como la “defensa de la voluntad popular”, porque no es la voluntad del
pueblo elegir quien habrá de aplastarlo cada seis años desde el poder burgués.
Lo que debemos
hacer es defender los derechos del pueblo y eso se consigue con organización
clasista y lucha de clases.
Nuestra
consigna: ¡El maestro, luchando, también
está enseñando! seguirá siendo vigente, y el análisis de la lucha de los
trabajadores del mundo en general, y del gremio magisterial en particular, que
en estos momentos palpita en diversas partes del continente, debe servirnos
para reforzar nuestros planteamientos de acuerdo a nuestro compromiso histórico
para la transformación profunda y radical de la sociedad.