Campesinos pobres se movilizan en la Zona Oriente del Istmo de Tehuantepec



Este 30 de abril, cientos de campesinos pobres de la Zona Oriente del Istmo de Tehuantepec, se han manifestado sobre la carretera panamericana a la altura del Puente Ostuta realizando un poderoso bloqueo para denunciar las irregularidades cometidas en contra de las comunidades rurales e indígenas por parte del gobierno federal, principalmente luego de la imposición y aplicación de diversas contra reformas y políticas antipopulares.

¿De qué forma afectan estas políticas al campesinado pobre y los pueblos originarios?

1.     La “reforma energética” ha traído consigo la imposición de mega proyectos como los parques eólicos y las minerías en la Región del Istmo de Tehuantepec.

2.     Contrario a lo que se puede pensar, la “reforma energética” no trae aparejado ni un mejor servicio, ni un mejor costo en la energía eléctrica a domicilio en las comunidades, siendo las tarifas de las más altas en todo el país. Como ejemplo: un campesino pobre con apenas dos focos, un radio o un televisor puede llegar a pagar hasta $1,200.00 bimestrales en su recibo, siendo algo absolutamente desproporcionado.

3.     Esta práctica se ve reforzada con las contra reformas realizadas al artículo 27 de la constitución federal, donde ahora se ha vuelto legal el desmantelamiento de tierras ejidales y comunales, violentando su carácter inalienable, imprescriptible e inembargable, atomizando a los campesinos, desmembrando la asamblea, reduciendo su valor como máxima autoridad dentro de la vida comunitaria y extendiendo “títulos de dominio pleno” (escrituras) sobre las parcelas de los campesinos, alentando la posibilidad de socavar los terrenos de uso común.

4. Con ello también se violentan los derechos de los pueblos indígenas a ser informados y consultados sobre cualquier mega proyecto o política gubernamental que afecte directamente la forma de vida, trabajo y convivencia de las comunidades, justo como lo norma la propia constitución en su artículo 2° o como lo establece en su convenio 169 la Organización Internacional del Trabajo.

5.     A su vez las Leyes General sobre Biodiversidad y de Zonas Económicas Especiales le dan manga ancha a prácticas como el fracking, que benefician a los proyectos extractivistas en tierras comunales y ejidales, alimentando el apetito y dominio de los viejos y nuevos latifundios, que bajo la protección del viejo estado y el membrete de empresas energéticas o agroindustrias, sepultan la propiedad social de la tierra dándole un nuevo rostro a los grandes terratenientes que hoy se autodenominan “inversionistas”; esto en colusión con los caciques y los gobiernos locales tiende también a recrudecer el trabajo gratuito o semi-gratuito en los sembradíos o tierras de cultivo acaparadas por los señores de la tierra.

6.     Por último con la Ley de Seguridad Interior, la militarización del Istmo ordenada por los gobiernos estatal y federal y aplaudida por caciques y gobiernos locales (además de organismos como el Titular de la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca que solicitó personalmente la inmediata militarización de la Región con el pretexto de los sismos de septiembre de 2017) la represión, el despojo y el desplazamiento forzado de pueblos tienden a agravarse, beneficiando una vez más a los latifundios y al imperialismo. 

7.     De ello dan cuenta la instalación de bases eléctrico-militares como que la fue impuesta en territorio comunal de San Blas Atempa o los rondines en vehículos de motor y vuelos teledirigidos con drones sobre las comunidades opositoras a los mega proyectos en distintas partes de la Región.

El bloqueo que ha sido iniciado desde las 6:00am y que al cierre de esta nota continúa en pie, enfatiza que ante esta situación, la huelga de pagos en el servicio de energía eléctrica extendida a diversas comunidades del Istmo habrá de mantenerse, así como las acciones de protesta y repudio contra los mega proyectos.

Bajo la consigna: ¡Abajo el latifundio, que viva la Revolución Agraria! los campesinos istmeños se organizan y mantienen este impresionante bloqueo que cuenta con el respaldo vital de más de 15 comunidades de la Zona Oriente de la Región.