El 10 de septiembre de 2025 es, en todos los aspectos, un gran día de lucha, ya sea del lado de las masas movilizadas, de los revolucionarios, de los modos de acción, pero también de la escalada de los medios de represión. Marca un nuevo salto en la lucha de clases en Francia y presagia importantes acontecimientos para los meses venideros.
Lo primero que hay que destacar es el gran éxito de este día, por su propia existencia, que contó con la movilización de más de 30,000 personas por la mañana en 596 concentraciones y 253 bloqueos, según los servicios de seguridad, es decir, que en realidad ascienden a miles. También se reportaron sabotajes en líneas ferroviarias y torres eléctricas, afectando tanto a las ciudades como en los campos.
Tras esta combativa mañana, más de 350,000 personas se manifestaron en toda Francia. Entre las cifras que hemos contado: 80,000 en Marsella, 30,000 en Toulouse y Grenoble, 20,000 en Rennes, 10,000 en Metz y Estrasburgo, 8,000 en Lyon y Nantes, 6,500 en Rouen y Saint-Etienne ... además de decenas de manifestaciones y concentraciones en pequeñas localidades. Las protestas estaban compuestas por una juventud combativa: más de 150 escuelas secundarias estaban bloqueadas. Ha habido más de 1000 llamados a huelgas por parte de la CGT, sectores industriales han sido especialmente combativos como en metalurgia y química, pero también en la SNCF.
Este día de lucha se produjeron violentos enfrentamientos con las fuerzas represivas, que fueron especialmente movilizadas (80,000 policías), en un intento de aplastar al movimiento popular. Está claro, y esto fue evidente en muchas ciudades, que las fuerzas del "orden" han sido superadas por los acontecimientos. La propaganda reaccionaria ha continuado en las últimas semanas auto-intoxicándose proclamando que este movimiento fue liderado y secuestrado por izquierda de los superlativos (extrema/ultra-izquierda). La verdad es que sectores enteros de la sociedad quieren un cambio y están listos para la lucha, y que, sobre todo, se está desarrollando una nueva generación de revolucionarios guiados por el marxismo de nuestra época.
Este movimiento, que apenas comienza, fue el resultado de la preparación de base en Asambleas Generales donde se unieron diversos sectores de las masas populares. La novedad es la gran politización de las masas movilizadas, donde el claro rechazo del régimen y del sistema capitalista es la línea política que unifica todo el movimiento.
Es evidente que el objetivo anunciado el día 10 de paralizar el país no se ha cumplido. Este era el gran temor del gobierno; la represión fue total para evitar una catástrofe política. Retailleau pudo jactarse de haber evitado un estancamiento nacional socavando aún más nuestras libertades democráticas y acelerando la radicalización del movimiento. Estamos hablando de 675 detenciones registradas; a modo de comparación durante acto III de los Chalecos Amarillos, que fue el más tenso, las detenciones fueron casi idénticas (682). ¡Solo en la ciudad de Toulouse se registrarán 61 detenciones! Cabe señalar que el uso de drones se ha convertido en el estándar de vigilancia incluso en las zonas de movilización rural. Es importante entender que es la primera vez que se desarrolla un movimiento con este tipo de modalidades. Fue un experimento y, como cualquier experimento, debe analizarse y profundizarse. Por lo tanto, debemos más bien inspirarnos en la declaración triunfal del Ministro del Interior según la cual el bloqueo de los flujos, en particular de los ejes viales y ferroviarios, es la clave para lograr una política a favor del movimiento popular. Sus temores son nuestras victorias del mañana. Pero eso no es suficiente, y el trabajo político en los sindicatos se convierte en un tema estratégico para educar a la clase trabajadora en el contexto de huelgas duras apoyadas por el bloqueo de ejes estratégicos.
El 10 es sólo el comienzo del Movimiento Septembrista, nuestra tarea hoy es prepararnos para el futuro difundiendo entre las masas el mensaje de que la victoria es posible, movilizando a los trabajadores para la huelga y preparándonos para posibles bloqueos masivos.
Más que nunca, vemos que las fuerzas revolucionarias organizadas están reuniendo nuevas fuerzas y rompiendo con el movimiento autónomo espontáneo que hasta ahora era el único horizonte de las fuerzas que se rebelaban contra el sistema. La juventud de hoy anhela una organización seria, objetivos políticos precisos, ya no una aventura idealista, sino servir concretamente al pueblo y a la revolución.
Tomado, traducido y adaptado al español de La Cause du Peuple