Tomado, traducido y adaptado al español de A Nova Democracia
El reaccionario expresidente del Perú, Alberto Fujimori, falleció este miércoles 11 de septiembre en su casa del barrio San Borja, en Lima. Fujimori, que gobernó Perú de 1990 a 2000, es ampliamente condenado por su administración brutal y reaccionaria, marcada por una serie de masacres y crímenes contra el pueblo peruano, destinados a aplastar la Revolución Peruana. Su gobierno es famoso por el autogolpe de 1992 y la severa represión contra la Guerra Popular liderada por el Partido Comunista del Perú (PCP), bajo la dirección de Abimael Guzmán Reynoso.
El gobierno
reaccionario de Dina Boluarte decretó tres días de luto nacional por la muerte
del genocida. Boluarte ondeará la bandera peruana a media asta en edificios
públicos, instalaciones militares y sedes diplomáticas en el exterior. El
decreto de la reaccionaria también exige que el entierro de Fujimori sea con
los honores propios de un presidente en ejercicio.
Los honores son incompatibles con el historial genocida y vendepatria de Alberto Fujimori. Mientras el gobierno de Boluarte trata a Fujimori como una persona honorable, la Asociación Nuevo Perú describió al expresidente como un “personaje miserable y sin principios, hiena sanguinaria, lacayo del imperialismo y la reacción”. El grupo también afirmó que “el pueblo nunca olvidará” los crímenes de Fujimori.
Masacres y grupos paramilitares
Entre los
crímenes más sonados cometidos bajo su mando se encuentran la masacre de
Barrios Altos y la masacre de La Cantuta. La masacre de Barrios Altos, ocurrida
en 1991, fue perpetrada por el Grupo Colina, paramilitar vinculado al gobierno
de Fujimori, que atacó un evento comunitario provocando la muerte de 15
personas e hiriendo a otras 4. En la masacre de La Cantuta de 1992, Fujimori
autorizó el secuestro, tortura y asesinato de un profesor y nueve estudiantes
de la Universidad de La Cantuta, acusados de simpatizar con el PCP.
Grupos paramilitares, como los ronderos,
bajo su coordinación,
colaboraron directamente con el reaccionario ejército peruano en la represión de guerrilleros y campesinos,
lo que resultó en torturas y asesinatos en los pueblos peruanos.
Además de las
masacres, Fujimori implementó una política de esterilización forzada, que
afectó a más de 350 mil mujeres peruanas y un número importante de hombres,
tratados como objetivos de control poblacional y represión política. Durante su
gobierno, las fuerzas paramilitares y el ejército llevaron a cabo operaciones
crueles contra campesinos y guerrilleros, lo que provocó torturas y asesinatos
generalizados.
Si bien Fujimori
recibió el indulto en sus últimos años por razones de salud y edad, la misma
consideración no se extendió a revolucionarios y luchadores del pueblo peruano,
como Abimael Guzmán, Jefe del PCP, quien permaneció en severas condiciones
carcelarias y sin atención médica adecuada hasta su muerte el 11 de septiembre
de 2021.
Alberto Fujimori
salió de prisión en diciembre de 2023 por decisión de la Corte Constitucional
de Perú. Antes de fallecer, estaba recibiendo tratamiento en la casa de su
hija, Keiko, en el barrio limeño de San Borja, donde vivió tras salir de
prisión. Según su hija, el entierro se realizará el sábado (14), y el cuerpo de
Fujimori será trasladado al cementerio de Campo Fé, en Huachipa, también en
Lima.
Responsable de innumerables crímenes de lesa humanidad, Fujimori no fue condenado por estos actos, especialmente contra el pueblo peruano y el proceso revolucionario liderado por el PCP, que, en esa época, se encontraba en plena expansión después de 12 años de desarrollo. Sus crímenes fueron clasificados únicamente como “homicidios” por el tribunal, ignorando su verdadera gravedad como crímenes de lesa humanidad.