Compartimos con quienes nos leen
un interesante artículo publicado por el periódico revolucionario Die Rote Fahne de Austria. En este se
denuncia de forma general la ola de violencia y despojo alrededor del mal
llamado “Tren Maya” y el Corredor Interoceánico, ambos proyectos centrales del gobierno federal. El artículo contiene
información del Periódico Mural,
prensa popular y democrática de México.
El "Tren
Maya" es un proyecto de prestigio de los gobernantes de México. Detrás de
esto, sin embargo, se esconde un nicho millonario de dinero de los impuestos
que sirve a las ganancias de los monopolios imperialistas y es completamente
inútil para la población. El nombre de este "megaproyecto" es cínico
y engañoso. El acaparamiento de tierras y la contaminación de las aguas
subterráneas van de la mano con la represión del ejército.
El tren previsto recorrerá 1.500 km de vía que dará la vuelta a la Península de Yucatán. El tren de alta velocidad tronará por la región a 160 km/h. Ya está claro que los costos de construcción del megaproyecto superarán los 150.000 millones de pesos (7.400 millones de dólares) previstos por un factor de dos y medio.
Se ha desarrollado
un fuerte movimiento de protesta contra el proyecto. En numerosos pueblos se
organizan los campesinos pobres y los indígenas por cuya zona se van a
construir las vías. Se organizan bloqueos de carreteras. Los residentes de
varios pueblos protestan porque sus tierras han sido expropiadas bajo amenazas
de violencia para la construcción de las vías del tren y también porque gran
parte del medio ambiente está siendo destruido como resultado. Las áreas están
siendo deforestadas constantemente, las reservas subterráneas de agua se rellenan
para soportar el peso de los trenes, lo que podría envenenar o incluso secar
las fuentes de agua de las aldeas. Once kilómetros del "Tren Maya" se
extienden a través de la selva, al mismo tiempo que uno de los sistemas de
cuevas subterráneas más complejos y sensibles del mundo se ubica en esta
sección, que también será sellada parcialmente. Al parecer, López Obrador ya se
preparó para la protesta y la resistencia al entregar la construcción del
proyecto a los militares. La violencia y el terror también se utilizan como
métodos comunes contra la resistencia en la construcción del "Corredor
Interoceánico del Istmo de Tehuantepec". Una franja sangrienta recorrerá
el país con el tren maya.
¿Y para qué
sirve todo esto? El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador quiere
construir su proyecto de prestigio principalmente para impulsar el turismo. Por
lo que ni siquiera se pretende que el proyecto deba beneficiar a la población
para su movilidad. El transporte ferroviario en México, en el que hay
principalmente capital estadounidense, está diseñado en gran medida para el
transporte de carga. Ha habido pocas líneas de pasajeros desde que los
Ferrocarriles Nacionales de México cerraron en 1997, a excepción de un tren de
cercanías que conecta la capital con el estado circundante. Donde hay trenes de
pasajeros, estos están diseñados principalmente para el turismo. Esto también
se aplica al "Tren Maya", cuyo objetivo es hacer que los principales
sitios culturales de los mayas sean fácilmente accesibles. Pero para la
población local, muchos de los cuales son mayas, es inútil y una burla.
¿La población
sacará algo bueno de este mega proyecto? Ya está claro que los inversionistas
extranjeros desviarán todas las ganancias del proyecto, en particular la
compañía ferroviaria francesa Alstrom, propietaria de las plantas donde se
construyen los vagones del "Tren Maya". El pueblo de México paga la
construcción con los impuestos usurpados por el estado - los imperialistas
recogen las ganancias.
El medio revolucionario
"Periódico Mural" explica: “Este
ejemplo ayuda a entender el fenómeno del capitalismo burocrático en los países
oprimidos pues, sujeto al dominio del imperialismo, la línea de desarrollo que
sigue en la producción industrial se centra en direccionar sus esfuerzos en
favor del capital imperialista mientras reduce la participación del país
oprimido a sus aspectos comerciales. Dicho de otra forma: la ciencia, la
tecnología, los medios de producción, la producción misma, la importación y el
capital son propiedad del imperialismo y para su beneficio privado, mientras
que la exportación y la comercialización serán la tarea de México en un
megaproyecto que une “Tren Maya” y Corredor Interoceánico con una red
ferroviaria más extensa” (1). Con tales proyectos, las clases
dominantes en México muestran abiertamente su subordinación y su papel de
títeres a los intereses de los monopolios extranjeros.
Pero el pueblo
mexicano también se ha preparado para la protesta y cuenta con las
organizaciones y experiencias de luchas pasadas. El Congreso Nacional Indígena
(CNI) y numerosas luchas surgidas en el estado de Oaxaca ya han hecho acciones
contra el proyecto. Esto se está desarrollando junto con campañas como la
lanzada el año pasado por la “Corriente del Pueblo – Sol Rojo” (como ya antes lo informamos)
en contra de la represión. La consigna común es: “Contra los megaproyectos imperialistas de despojo y muerte, ¡combatir
y resistir!"
(1) El artículo de Periódico Mural:
https://muralperiodico.wordpress.com/2023/07/10/un-tren-afrancesado/
Imagen:
Mayan_Train_Map, Trainspotting34, Wikimedia Commons, CC BY-SA
Tomado, traducido y adaptado al español de Die Rote Fahne (La Bandera Roja), Austria.