Publicado por Periódico Mural 26 febrero, 2022
Publicado en INTERNACIONAL, Sin categoría, TRIBUNA POPULAR
A
nuestro correo electrónico llegó este documento, que por su importancia
queremos compartir con todos nuestros lectores.
“La
historia demuestra que las guerras se dividen en dos clases: las justas y las
injustas. Todas las guerras progresistas son justas, y todas las que impiden el
progreso son injustas. Los comunistas nos oponemos a todas las guerras
injustas, que impiden el progreso, pero no estamos en contra de las guerras
justas, progresistas. Los comunistas, lejos de oponernos a estas últimas,
participamos activamente en ellas. En cuanto a las guerras injustas, la Primera
Guerra Mundial es un caso en que ambos bandos pelearon por intereses
imperialistas; por lo tanto, los comunistas del mundo entero se opusieron
resueltamente a ella. La forma de combatir una guerra de este tipo es hacer
cuanto se pueda por prevenirla antes de que estalle y, si llega a estallar,
oponer la guerra a la guerra, oponer la guerra justa a la guerra injusta,
siempre que ello sea posible”.
Mao
Tse Tung
Sobre la guerra prolongada (mayo de 1938) Obras Escogidas, t. II.
En
estos momentos la humanidad contempla horrorizada los efectos de la guerra en
Ucrania, una guerra previamente anunciada en una escalada de declaraciones que
fueron subiendo de tono entre dos súper potencias que, claramente, se disputan
el control del territorio por todo lo que ello representa.
Estados
Unidos a través de la OTAN ha tratado de anexionarse a Ucrania para explotar su
potencial nuclear, su ubicación geográfica y sus recursos en general para
achicar el cerco contra Rusia.
Por
su parte Rusia ha tratado por todos los medios de mantener a Ucrania uncida
bajo su égida, consciente no solo del riesgo de que la OTAN cobije a Ucrania,
sino principalmente de que los EE.UU. instalen bases militares en su interior
apuntando hacia la Federación Rusa.
El
papel que juega Ucrania es clave en este conflicto, más aún por la posición proyanqui
que ha jugado el gobierno de Kiev desde hace tiempo. En ese sentido era claro
que el primer zarpazo lo iba dar el imperialismo ruso, que considera el amplio
territorio de la ex Unión Soviética como su zona de influencia; además de que
el imperialismo yanqui se encuentra desgastado moralmente a nivel
internacional.
¡Que
nadie se confunda, no hay imperialismos buenos!
El
imperialismo yanqui erigido en súper potencia hegemónica única y gendarme
mundial es el principal enemigo de los pueblos, es verdad.
Pero
el imperialismo ruso no es aliado de ningún pueblo oprimido, pues erigido en
súper potencia atómica, solamente espera el momento oportuno de disputar la
hegemonía imperialista a la bestia yanqui.
No
hay ninguna duda, estamos ante el escenario de una guerra de agresión
imperialista, una guerra injusta desarrollada por el imperialismo ruso contra
el pueblo de Ucrania. Para maquillar su rostro belicista utiliza propaganda
como “desnazificar y liberar” a la población. Como paso previo -generando las condiciones
subjetivas- reconoció a las “Repúblicas Populares” de Donetsk y Lugansk.
Es
un discurso muy similar al que ocupan los gringos cuando invaden un país bajo
el discurso de “combatir al terrorismo y llevar la democracia”.
Las
guerras injustas, como nos enseña el Presidente Mao Tse Tung, solamente pueden
ser atendidas desde dos perspectivas: antes que inicien, organizando y
movilizando a las masas para prevenir que estallen y se conviertan en
carnicerías de pueblos; una vez iniciadas, organizar y movilizar a las masas
para hacer de la guerra injusta una guerra revolucionaria, es decir: a la
guerra de rapiña, oponer la guerra popular.
El
proletariado y el pueblo de Ucrania enfrentan hoy claramente la necesidad de
romper con todo el espejismo reformista y de legalidad burguesa que les
mantiene asfixiados bajo el gobierno títere de Zelenky; un gobierno
reaccionario que pretende utilizar al pueblo como carne de cañón para defender
sus propios intereses y los intereses de la OTAN. Así mismo, el proletariado y
el pueblo de Ucrania enfrentan hoy la necesidad vital de defender su derecho a
la autodeterminación, no solamente contra el imperialismo ruso, sino también
contra el imperialismo yanqui.
El
proletariado y el pueblo de Rusia y los EE.UU. principalmente deben rechazar
esta guerra, pues no son las élites las que pelean en ella, sino las clases
populares vestidas con uniformes militares, peleando pueblos contra pueblos.
Debemos recordar que un pueblo que oprime a otro jamás podrá ser libre.
Por
su parte, el proletariado y los pueblos del mundo tenemos la obligación
internacionalista de denunciar esta guerra de agresión imperialista como una
guerra injusta, desplegando una amplia campaña de solidaridad con el pueblo de
Ucrania en contra de las dos súper potencias que disputan su primacía sobre
esta.
Una
forma importante de esto es exigir a los gobiernos reaccionarios de nuestros
respectivos países que saquen las manos del conflicto. En el caso concreto de
México, es vergonzante que Marcelo Ebrard, Secretario de Relaciones Exteriores,
“condene” la agresión rusa sobre territorio ucraniano pero no diga ni una coma
cuando el ex presidente gringo Donald Trump habla de “emular a Putin
desplegando tropas sobre la frontera con México”.
Desde
el Centro Cultural y de Estudios de la Ciencia para la Revolución Proletaria
condenamos y rechazamos la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania, así como
denunciamos y rechazamos otras guerras injustas desatadas por estas dos súper
potencias u otras potencias imperialistas contra diferentes pueblos oprimidos
en todo el mundo.
Al
gobierno de México, que se llena la boca con discursos que hablan sobre el
“respeto a la autodeterminación de las naciones”, le recordamos que nuestro
país está actualmente sometido bajo la semicolonialidad del imperialismo yanqui
y de otras potencias imperialistas que mediante la imposición de megaproyectos
despojan, saquean, desplazan, oprimen y desangran a los pueblos de México.
A la clase obrera y las masas populares de nuestro país, les hacemos un llamado fraterno para mostrar su rechazo a esta guerra injusta y a los carniceros que están detrás de ella: el imperialismo ruso y el imperialismo yanqui.
¡Abajo
las guerras de agresión imperialistas!
¡Viva la guerra popular!
¡Proletarios
de todos los países, uníos!
Centro
Cultural y de Estudios de la Ciencia para la Revolución Proletaria
México 25 de febrero de 2022