Se quiera ver o
no, el “nuevo gobierno” del viejo
estado sigue acumulando agravios contra el pueblo.
A su política de
continuidad y servilismo ante todos los dictámenes del imperialismo, especialmente
yanqui, hoy la autodenominada “cuarta
transformación” (indefendible desde cualquier ángulo) hace las veces del
policía fronterizo de Donald Trump.
Las imágenes de
la Caravana Migrante de este inicio de año han recorrido el mundo; el propio
gobierno federal ha declarado que esta es la Caravana más grande [al menos 4
mil personas, incluidos niños, niñas y adultos mayores] desde que firmó hace
siete meses el acuerdo migratorio con el gobierno de los Estados Unidos, bajo
presión de Trump que exigió a México “endurecer
su política migratoria” a cambio de no aumentar la carga arancelaria a la
burguesía mexicana.
¿Qué
dice este acuerdo que el imperialismo yanqui impuso a México?
1- Reforzar la
frontera Sur
México tiene la
obligación, según las palabras de Marcelo Ebrard, "de registrar y controlar las entradas en la frontera y desplegar
a la Guardia Nacional por todo el territorio y en especial en la frontera
sur".
2- Albergar
inmigrantes
México tiene la
obligación de ampliar el programa Protocolos de Protección a Migrantes (TPP,
por sus siglas en inglés), para que Estados Unidos deporte a migrantes a
territorio mexicano. Es decir: México tendrá una función carcelaria y de contención;
todo migrante que entre a los EE.UU. por México, deberá ser encarcelado aquí mientras
se resuelve su situación jurídica en cuanto al asilo solicitado en EE.UU.
3- Ofrecer
empleos en México
Se crearían zonas francas que en palabras de AMLO son
“cortinas de desarrollo”; una manera sutil
de llamarle al muro invisible de Trump dentro del territorio mexicano. Estas
cortinas migratorias en México tendrían un costo de 4.800 millones de dólares,
mientras que en El Salvador, Guatemala y Honduras se implementaría lo mismo con
una inversión de 2.500 millones de dólares, e implican la instalación de maquiladoras
y agroindustrias, evidentemente de la gran burguesía y el imperialismo, en
donde además de despojar a ejidos y comunidades de sus tierras y territorios
(Tren Maya, Plan para el Desarrollo del Istmo-Corredor Multimodal Istmo) se explotará
la fuerza de trabajo de los migrantes que “soliciten”
su visa o asilo en nuestro país, además de que se ofrecerían becas y otras
dádivas corporativas y contrainsurgentes que maneja el gobierno de la república
para mantener neutralizada y desmovilizada a la población.
El acuerdo
migratorio es indignante por supuesto. La cacareada “soberanía nacional”, absolutamente desmantelada pero pregonada por
el “nuevo gobierno”, es idéntica a la
de los gobiernos anteriores.
La “Guardia Nacional” -cuarto cuerpo de
ejército reaccionario en la guerra contra el pueblo- actúa justamente en esos
términos; reprimiendo comuneros y pueblos indígenas, reprimiendo estudiantes
normalistas, actuando con omisión ante los grupos paramilitares y el sicariato
que azotan las montañas del país, y justo como se puede apreciar en las imágenes
de esta semana en Chiapas, reprimiendo a los trabajadores migrantes que
provienen de otros países y quieren llegar a los Estados Unidos en busca del
mal llamado “sueño americano”, que
tampoco existe, pero eso no justifica que el gobierno mexicano impida el paso a
los trabajadores migrantes bajo ningún argumento y menos aún actuando como un
estado policiaco al servicio del imperialismo yanqui.
¿Qué
responde AMLO ante la represión contra los migrantes?
“Nuestros
adversarios, los conservadores, quisieran que se reprimiera y tener la foto.
Los que no decían nada antes y ahora están a la caza del gazapo. Tener la foto
de un guardia nacional golpeando a un niño migrante. Pues no, no somos
iguales”.
Su respuesta es
en el mismo sentido de todas sus declaraciones, cualquier oposición contra su
gobierno la califica de “derecha”. Pero
a esto hay que oponer dos verdades irrebatibles:
Primero.- Es
verdad que AMLO, como representante de la facción patriotera de la burguesía
burocrática, tiene en contra una fuerte oposición de derecha representada en la
burguesía compradora que promueve desesperada el golpe preventivo en marcha (y
que cuenta con el aval de Washington el cual utiliza a ambas facciones en su
plan reaccionario para mantener la condición semicolonial de México en favor de
los EE.UU.)
Segundo.- AMLO no
es de izquierda, nunca lo ha sido, jamás lo será; no representa los intereses históricos
del proletariado y las masas populares, y precisamente por ello enfrenta
también la oposición de la verdadera izquierda, la cual nunca ha dejado de
expresar sus justas demandas en contra de las políticas antipopulares impuestas
por el “nuevo gobierno” y dictadas
por el imperialismo desde sus organismos internacionales (FMI, OMC, BM, etc.)
No son pocas las organizaciones sindicales, populares, campesinas e incluso
armadas (como el EZLN) que han manifestado con claridad su postura ante el “nuevo gobierno”, incluso desde antes de
su asunción al poder y del proceso electoral.
AMLO asegura que
se utiliza a la guardia nacional en la frontera sur “porque necesitamos que se respeten nuestras leyes sin violar derechos
humanos y también con protección”.
¿Se refiere a
las leyes que se armonizaron para justificar el acuerdo migratorio que
impusieron los gringos en territorio nacional?
La
reacción del imperialismo yanqui.
Agradecido por
los nobles servicios del lacayuno gobierno mexicano en la contención, represión
y detenciones a la Caravana Migratoria, el imperialismo yanqui lanza dos
croquetas a este.
Mike Pompeo,
Secretario de Estado de los EE.UU. declara
desde su gira en Alemania: “en la
cuestión migratoria, el trabajo de su gobierno, y que se refleja en la base de
datos, ha conseguido mostrar mejoras, por lo que reforzará acciones y sus
alianzas con México y los países de la región”.
Por su parte,
Chad Wolf, Secretario de Seguridad de los EE.UU. declara: “Elogio al gobierno de México por mantener su compromiso de aumentar la
seguridad y la aplicación de la ley en su frontera sur…los esfuerzos de la
Guardia Nacional de México y otros funcionarios han sido efectivos hasta ahora
para mantener la integridad de su frontera, a pesar de los brotes de violencia
y desorden de personas que intentan ingresar ilegalmente a México de camino
hacia Estados Unidos”.
Después de estas
declaraciones no hay más nada que agregar para entender la relación del “nuevo gobierno” con el imperialismo
yanqui.
Es preciso que
la clase obrera mexicana y las masas más amplias y profundas de México
desarrollemos y alimentemos el internacionalismo proletario no solamente ante
las luchas revolucionarias y de liberación nacional en otros países, sino
también ante las condiciones de opresión, miseria, explotación y represión que
el viejo estado terrateniente-burocrático aplica en contra de los trabajadores
migrantes en este país. Estas condiciones son las mismas que se aplican por
parte de este mismo viejo y podrido estado en contra nuestra.
Nuestra labor es
denunciar y combatir estas políticas antipopulares que se aplican contra el
pueblo y se quieren disfrazar de “izquierda”,
que se quieren justificar en un discurso reformista pero que en realidad son
continuidad de la misma política reaccionario del viejo estado.
Las palabras de
Dionisio Inca Yupanqui, retomadas siglos más tarde por Federico Engels, tienen
plena vigencia y relevancia en este contexto: "un pueblo que oprime a otro no puede ser libre", “el pueblo
que oprime a otros pueblos, no puede ser libre”.