El día de hoy, 1
de agosto de 2019, entra formalmente en vigor la denominada “Ley del Garrote”
en el estado sureño de Tabasco, el cual es gobernado por MORENA y de donde
paradójicamente surgió el hoy gerente en turno del viejo estado terrateniente-burocrático,
Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
¿Qué es la “Ley
del Garrote”?
Es una reforma
al código penal del estado de Tabasco, promovida por su actual gobernador, el
Morenista Adán Augusto López Hernández, la cual fue discutida y aprobada con 24
votos a favor, uno en contra y diversas abstenciones en la Sesión
Extraordinaria del Congreso Local el pasado 29 de julio, en medio de protestas
en rechazo a esta reforma.
En concreto, la
reforma al Código Penal de Tabasco incorpora el tipo penal de “Impedimento de
ejecución de trabajos u obras”, modificando el artículo 308 Bis penalizando de
6 hasta 13 años de prisión a quienes atenten contra la operación o el ingreso
de personal y maquinaria en obras públicas y privadas, así como de edificios e
instalaciones públicas.
El argumento
facilón (y por supuesto maquiavélico) del gobierno de la autodenominada “Cuarta Transformación”, asegura que es
una medida para “detener la extorsión de las mafias sindicales” en contra de
los empresarios. –Nótese el cambio radical de discurso y la dicotomía entre el
speech “por el bien de todos, primero los
pobres” y la aplastante: “por el bien
de todos, primero los empresarios”.
No obstante,
apelando a la memoria histórica del pueblo trabajador podemos recordar que fue
precisamente el PAN desde los gobiernos de Vicente Fox y Felipe Calderón
quienes pretendieron en más de una ocasión, desde el ejecutivo federal así como
desde los gobiernos estatales, aprobar e imponer leyes de excepción en contra
del pueblo del lucha, bajo el argumento de “regular o normar las conductas de
las manifestaciones públicas para no afectar a terceros”.
Lo mismo ocurrió
durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, exactamente igual, tanto que
gobiernos estatales PRIístas como el de Oaxaca promovieron iniciativas o puntos
de acuerdo en el Congreso Local para “normar y civilizar las manifestaciones”.
¿Esto qué nos
dice?
Que las diversas
facciones de la burguesía, en colusión y pugna constante, desde sus diversos
instrumentos y partidos políticos (PRI, PAN, PRD, MORENA, PT, PVEM, PANAL, PES,
MC, etc.) comparten el interés común de criminalizar y desmantelar las luchas
justas del pueblo trabajador, en aras de preservar los intereses del
latifundio, el capitalismo burocrático y el imperialismo.
No es una
cuestión de partidos ni de inmoralidad de los grandes politicastros de la
burguesía, ¡por supuesto que no! Tampoco es una traición de AMLO y MORENA hacia
el pueblo, ¡por supuesto que ellos no son parte del pueblo ni trabajan para el
pueblo!
Es precisamente
una cuestión de agenda para la alta burguesía. Una agenda irrenunciable, al
igual que la imposición de los megaproyectos. Una agenda que atraviesa por
todos sus partidos y partiduchos y que tiene el beneplácito de todos sus
politicastros, ¡sí, de todos!
¡Hoy MORENA así
lo confirma al aprobar la “Ley del Garrote”!, con todo y sus argumentos
inverosímiles que de fondo llevan implícita la defensa de la sacrosanta
propiedad privada de los medios de producción.
La cereza en el
pastel -¡no podía faltar!- es justamente el hecho de que también el día de hoy,
también en el estado de Tabasco y precisamente en medio de un amplio rechazo
popular, principalmente de los pueblos indígenas y ejidos que se verán
afectados, comenzará la construcción de la Refinería “Dos Bocas”, tan cacaraqueada
por el gobierno de la república.
Es evidente que
en política no existen coincidencias ni casualidades. Lo que sí existe es la
planificación y causalidad.
¿Habrá una “Ley
del Garrote” a nivel federal para dejar el terreno preparado de Guardia
Nacional y Cárceles Federales en cuanto al Tren Maya, el Plan para el
Desarrollo del Istmo y el Plan Integral Morelos?
No sólo en
Tabasco para “frenar la extorsión de los sindicatos malvados”…
No sólo en
Jalisco para “detener a estudiantes que se oponen al 35% de aumento en tarifas
del transporte público”…
No sólo en
Oaxaca para “recuperar el orden y la paz social”…
En todo el país,
el pueblo trabajador, sus capas más profundas, necesitamos observar que los
distintos gobiernos en turno de este viejo estado se encuentran al servicio de
la alta burguesía, y tratarán de cumplir sus oníricos anhelos de súper
explotación, despojo, saqueo y maximización de ganancias a expensas del
proletariado, el campesinado pobre y las amplias masas populares.
En este momento la tarea es sostener la movilización y la lucha callejera de masas en las calles. Organizar al pueblo trabajador y gestar el Frente del Pueblo como organización democrática-revolucionaria que lleve las ideas correctas de las masas para las masas.
México sigue necesitando
una Revolución de Nueva Democracia que barra con las tres grandes montañas que
oprimen al pueblo: la semifeudalidad, la semicolonialidad y el capitalismo
burocrático. Solamente así, alcanzaremos la victoria de los trabajadores y
edificaremos el Socialismo.