En el acto
político de celebración a los 200 años del gran fundador del comunismo, Karl
Marx, ocurrido en Bremen, Alemania, en el día 30 de Junio, reproducimos en su
totalidad la declaración del Frente Revolucionario en Defensa de los Derechos
del Pueblo (FRDDP), Brasil. El mensaje fue publicado originalmente en el sitio
alemán Dem Volke Dienen (Servir al Pueblo).
Compañeros:
Es con inmensa
felicidad y sentido del deber que nosotros, el Frente Revolucionario de Defensa
de los Derechos del Pueblo de Brasil, saludamos este grandioso evento, que
demuestra la vigencia y fortaleza del marxismo con ocasión de los 200 años del
nacimiento de su fundador, Karl Marx. Y esta felicidad es aún mayor por la
posibilidad de que se pueda hacerlo en su tierra natal.
Una de las
lecciones más importantes que nos legaron Marx y Engels fue el
internacionalismo proletario. Sólo podemos concebir y realizar la revolución en
cada país como parte y al servicio de la revolución proletaria mundial. Somos
continuadores de la heroica, y gloriosa tradición, de la Internacional
Comunista, y no debemos olvidar jamás.
El presidente
Mao dijo que "el internacionalismo es el espíritu del comunismo", y el Presidente Gonzalo lo completó
diciendo: "no se puede ser comunista si no se piensa en el comunismo". Debemos comprender estas grandes
verdades y asumir todas las responsabilidades que derivan de ello.
Nos gustaría
aprovechar la ocasión para saludar a los camaradas que hace un año se
enfrentaron con valentía y derrotaron la represión en las calles de Hamburgo
durante la cumbre imperialista del G-20.
¡Grandes
jornadas de lucha! ¡Gran victoria del proletariado alemán! ¡Gran victoria del
Movimiento Comunista Internacional! La derecha, tanto la descarada como aquella
disfrazada de "maoísta", tuvo que amargarse con esta derrota.
La definición de
dar duro combate se cumplió con éxito, lo que prueba, una vez más, lo que nos
enseñó el Pte. Gonzalo: siempre que los comunistas luchan a su modo
la reacción no puede vencerlos.
La reacción
tiembla cuando ve las masas marchar en las calles, y bajo la dirección de los
comunistas, las masas hicieron temblar a la reacción, no sólo en Europa, sino
en todo el mundo.
Otro punto que
queremos resaltar, y lo hacemos en nombre de toda nuestra organización:
condenamos con vehemencia y odio de clase la cobarde agresión de la que fueron
objeto los camaradas que marcharon bajo la dirección del Comité Bandera Roja en
Berlín. Repudiamos a ese grupúsculo llamado - JW - derechista y
liquidacionista, y estamos seguros de que pronto tendrán lo que merecen.
Repudiamos no sólo a ellos, sino también los revisionistas recalcitrantes que
desde las sombras manejan a esos títeres.
Sin embargo,
aprendemos del Presidente Mao, que es bueno cuando el enemigo nos ataca, y es
tanto mejor cuando nos ataca furiosamente.
¡Es una señal
segura de que estamos en el camino correcto! Estamos en el camino correcto, en
el "sendero luminoso" de la revolución mundial, y de él no nos
desviaremos un solo paso. Debemos combatir el revisionismo de modo inseparable
del imperialismo, y lo hemos hecho ayer, lo hacemos hoy, y lo seguiremos
haciendo mañana.
Ahora,
camaradas, nos gustaría compartir algo sobre Brasil con ustedes. Primero,
haciendo una breve descripción de la situación política, luego hablando sobre
el movimiento revolucionario.
América Latina
camina hacia una gran convulsión social. Los gobiernos del oportunismo fueron,
uno a uno, desenmascarados ante las masas y desalojados de sus lugares,
rendidos por sus verdaderos patrones: las clases dominantes locales y el
imperialismo, principalmente yanqui.
Las economías
locales dependen directamente de la exportación de productos primarios,
especialmente materias primas, y la caída del precio de estos artículos en los
últimos años ha generado graves crisis, no sólo económicas sino también
políticas.
En el caso de
Brasil, específicamente, desde las grandes manifestaciones de 2013 vivimos un
escenario de gran y creciente inestabilidad. Las revueltas contra el gobierno
han eclosionado en la ciudad y en el campo. Recientemente, una huelga de
camioneros desabasteció completamente el país, generando grandes disturbios. En
las metrópolis, como Río de Janeiro y São Paulo, el desempleo y la inflación
centuplicaron la miseria y el número de personas viviendo en las calles o en
las favelas.
La única
respuesta del Estado reaccionario ha sido la represión, como no podía dejar de
ser. El año pasado, 60 mil personas fueron asesinadas en Brasil, la mitad de
ellas por la policía. Sólo en Río de Janeiro, este año, la policía y las
fuerzas armadas asesinaron a 400 personas. Es un genocidio en marcha, una
guerra civil reaccionaria. Además, Brasil posee la tercera mayor población
carcelaria del planeta, compuesta casi totalmente por la juventud pobre,
moradora de las favelas.
En el campo,
prosiguen las políticas de concentración de tierras y de asesinatos selectivos
de liderazgos, sobre todo de compañeros de la Liga de los Campesinos Pobres,
que desatan contra todas las dificultades la gran bandera de la revolución
agraria.
La situación
revolucionaria se desarrolla en Brasil y están en marcha los preparativos para
un el golpe militar en el país, como parte de la mayor intervención yanqui en
América del Sur.
Sin embargo, y
esto es lo principal, esta situación coincide con el avance de la lucha de
masas en general, y del movimiento revolucionario en particular.
Hace 23 años que
nuestros dirigentes han actuado sin un día de descanso para reconstituir el
Partido Comunista de Brasil, como auténtico partido marxista-leninista-maoísta,
incorporando las aportaciones de valor universal del pensamiento Gonzalo.
Enfrentamos
situaciones muy duras, sobre todo cuando la falsa izquierda estaba en el
gobierno, con Lula, y aparentemente había "estabilidad".
Nunca bajamos
nuestras banderas, y ahora, muchos que antes no nos oían, nos dan razón.
Durante todos
estos años hemos educado cuadros, militantes y masas en el combate al
revisionismo y en la violencia revolucionaria.
Hemos pagado la
cuota de sangre, sobre todo en el campo, y también incontables procesos y
prisiones, pero no retrocedemos un solo paso. Y, lo más importante: los
comunistas forjaron en Brasil un sólido núcleo dirigente, y un jefe probado que
lo dirige.
En el campo,
miles de masas campesinas marchan dirigidas por la vanguardia proletaria. De
modo que el agravamiento de la crisis política en Brasil, reiteramos, coincide
con la reconstitución del Partido Comunista, generando condiciones
extraordinarias para el desencadenamiento de la invencible guerra popular.
La guerra
popular que ocurrirá como parte y al servicio de la Revolución Proletaria
Mundial, como nos enseñaron Marx, Lenin, Presidente Mao y también el Presidente
Gonzalo, el mayor marxista-leninista-maoísta viviente sobre la Tierra y para el
cual, desde esta tribuna, rendimos honor.
En una palabra,
camaradas: el camino es zigzagueante pero las perspectivas son brillantes; ¡nada
es imposible en el mundo para quien se atreve a escalar las alturas!
La revolución triunfará
inevitablemente, ¡viva el internacionalismo proletario, viva el bicentenario
del gran Marx, viva la nueva ola de la revolución proletaria mundial!
Frente Revolucionario en Defensa de los Derechos del Pueblo (Brasil)
Hamburgo, Alemania,
junio de 2018