Istmo de Tehuantepec, Laboratorio Político del Viejo Estado.




El sismo de 8.2 grados Richter del pasado 7 de Septiembre no solo afectó un gran número de viviendas y edificios en el Istmo de Tehuantepec, también sacudió nuestra vida cotidiana con la imposición de políticas de contención por parte del viejo estado y, tomando en cuenta que la región siempre ha estado en el ojo del huracán por sus incontables bloqueos y la férrea resistencia de los pueblos indígenas a los megaproyectos y en el último año a las llamadas “Zonas Económicas Especiales”, (proyecto de la burguesía burocrática para obtener la mayor plusvalía de la clase obrera, despojo de materias primas y recursos minerales) las decisiones del régimen y sus comparsas tienen una intencionalidad política y económica.

Breve recuento de los fenómenos meteorológicos en este año, empezando el año, una sequía atípica asolo la zona dejando a miles de campesinos sin cosechas, la zona fue declarada por el Gobierno Federal de Enrique Peña Nieto (EPN) como desastre, en una primera instancia “los apoyos” del Fondo de Desastres Naturales (FONDEN) nunca llegaron, y los pocos que tuvieron registro fueron repartidos a la militancia del partido en poder: el PRI, o a sus patrocinadores, los dueños de grandes latifundios que existen desde hace muchas décadas en la zona. En época de lluvias, azotaron 4 fenómenos hidrometeorológicos, los huracanes Beatriz, Calvin, Irma y Katia, los cuales inundaron y destruyeron no solo cultivos si no caminos alimentadores, como los que destacan el tramo Zopilote-San Francisco del Mar, afectando severamente al pueblo Ikoots, o los caminos de la sierra Chontal de San Miguel Tenango y Buenos Aires, sin que al momento sean rehabilitados, o el camino Santo Domingo Niltepec-Las Palmas, donde zapotecos viven de la siembra del melón, así podríamos develar un gran listado de las omisiones gubernamentales.

Por segunda y tercera ocasión, en ese enteonces, la zona fue declarada como desastre sin que hasta el momento haya reparación del daño a campesinos pobres y pescadores, ni mucho menos obras de impacto que ayuden a mitigar estos desastres que año con años inundan y destruyen poblaciones campesinas e indígenas.

El movimiento telúrico del pasado 7 de Septiembre, puso al descubierto, la fragilidad institucional del viejo estado y su doble discurso.

“Los apoyos” del FONDEN, víveres, medicamentos y ayuda humanitaria deberían ser entregados sin distinción de partido político o religión en las zonas más afectadas; esto no ocurre así.

Una vez más, en redes sociales, ciudadanos evidenciaron el acaparamiento y condicionamiento electorero, se puede observar al diputado local Samuel Gurrion y la diputada federal Yarith Tannos (ambos del PRI) entregando despensas y diciendo que “Peña Nieto entregara vivienda a los afectados que perdieron su vivienda completa y que la gente no debe olvidar en el 2018 que partido es el que apoya”… pero contando con un censo y folio

El caso Oscar Cruz, secretario municipal de Ayuntamiento de Juchitán, resguardando una bodega de despensas junto al silencio cómplice de la Alcaldesa Gloria Sánchez de la organización oportunista y revisionista COCEI, afiliada al PRD evidenció la misma actitud contra la población.

O las plegarias lastimeras del PAN que todo va a mejorar, junto con la actitud apática, lenta y oportunista de PT y MORENA, que apoyados igual en la institucionalidad burguesa, pretenden cooptar votos a cambio de despensas a la población damnificada.

¡Esta es una práctica mezquina y ruin de todos los partidos de las distintas facciones de la burguesía en medio del dolor! y demuestra como la plutocracia servil del viejo estado, no tiene el mínimo interés de ver por las necesidades del pueblo.

Por cuarta ocasión la misma zona fue declarada como desastre, sin respuesta de las anteriores declaraciones.

Aunado a todo ello, los sismos del 19 de Septiembre y el de hoy, 23 de Septiembre, por mencionar tan solo los más importantes (hasta el momento se han registrado en el Istmo más de 3 mil réplicas del 7 de Septiembre a la fecha), han generado mayor afectación en las mismas localidades ya destrozadas de las zonas Huave y Zapoteca y en otras más, enclavadas en la sierra Mixe-Zapoteca del Istmo, la selva de Chimalapas que es territorio Zoque y la zona Chontal, colocando a toda la región del Istmo Rebelde en un estado permanente de emergencia donde la “ayuda humanitaria” y a atención a las víctimas por parte del viejo estado simplemente no llega, o llega solo cuando un alto funcionario del gobierno estatal y federal visitan alguna localidad, fuertemente acompañados del ejército, marina armada y policía federal -además de los medios de comunicación oficial para la toma de las fotos correspondientes- dejando tras su partida el mismo dolor, la misma ruina y una indignación cada vez más profunda entre las masas populares.

El ensayo fascista.

Ante el evidente descontento de amplios sectores del proletariado, del pueblo trabajador y de las pequeña y mediana burguesía que lo perdieron todo, la presión social y la auto-organización de colectivos, cooperativas, sindicatos clasistas, organizaciones populares de combate, ONG´s progresistas, etc., los representantes del viejo estado ha sido repudiados en todos sus eventos que no pasan de 30 minutos al estar caldeados los ánimos.

En la desgracia, grupos delincuenciales de la misma burguesía amafiada (además de las mafias de cuello blanco como la partidocracia) comenzó con el saqueo de tiendas, viviendas y vehículos en las colonias afectadas, ante esto el pueblo se organiza en barricadas y Autodefensas como método para cuidar su vida y lo poco que de sus pertenencias los huracanas y los sismos han respetado.

Esto, aunado a la oposición inextinguible contra los megaproyectos imperialistas de despojo y saqueo contra la región, ya puso en alerta al viejo estado, pasando encima de la Constitución, del senado y de la cámara de diputados, apoyado en el otrora nombrado “Defensor” titular de la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblos de Oaxaca (DDHPO), Arturo Peimbert Calvo, instrumento servil y personero del viejo estado, declarando en la vía de los hechos un estado de sitio. A la zona llegaron batallones de la Policía Militar, Naval, Gendarmería, Federal para "resguardar a la población y repartir los víveres afectados", aunque la realidad nos dice que es para resguardar los grandes centros comerciales, las grandes cadenas de empresas constructoras, las grandes compañías importadoras y exportadoras de alimentos, etc. ante la crisis que se vive en todo el Istmo y que la misma burguesía acaparadora y especuladora está agudizando.

A escuelas públicas ha llegado la Policía Federal, lo cual ha sido rechazado por la Sección 22 de la CNTE, los cuáles exigen Arquitectos o Ingenieros Civiles titulados para realizar los peritajes necesarios, y no federales ni soldados cuya función real es realizar labores de inteligencia y represión selectiva.

Dicha gremial sigue firme en su rechazo a la reforma educativa, por oprimir y explotar a las masas proletarias.

La militarización de la zona obedece más a la contención y aseguramiento de que la política del viejo estado continúe: asegurar las elecciones presidenciales del 2018, detener cualquier conato de disturbios ante el desolador panorama y cercar para extinguir cualquier movimiento revolucionario.


En muchos municipios se observan los patrullajes armados de las tropas castrenses, se observa también el patrullaje de policías estatales y federales. Hay que decir que aunado a ello se observan patrullas para policiacas de elementos vestidos de civil fuertemente armados, todos, absolutamente todos, revisando y decomisando la ayuda que el pueblo organizado envía a las víctimas en el Istmo, para “concentrarla” –según la versión oficial- en manos del ejército y del presidente de la república.

No se mira a los puercos en labores de rescate. No se mira a los cerdos en tareas de auxilio a la población. No se mira a estos bastardos al servicio del viejo estado en una verdadera labor de servicio a la población damnificada, sino todo lo contrario.

Este ensayo también sirve para generar su contraparte, de manera muy diferente en las masas populares en ciudades, poblados y comunidades indígenas, la auto-organización en Asambleas de Defensa Popular por colonias, barrios, secciones, ejidos o comunales para resolver su situación cotidiana, al margen del gobierno.


Las masas se cuidan y se protegen entre sí, instalan cocinas y albergues comunitarios, reciben apoyo de universidades, sindicatos clasistas, organizaciones populares de combate, ONG´s, trabajadores, y colectivos; todo el apoyo lo distribuyen de forma equitativa y humana. Los primeros grupos de autodefensa surgen en ciudades como Juchitán y Matías Romero, los que ya existían en las zonas rurales se refuerzan y realizan labores comunitarias para establecer la calma, atender la salud y reordenar la forma de vida comunitaria en poblaciones enteras.

Es así como el pueblo nos manda una lección de organización clasista en medio de este escenario.

La paciencia de los pueblos originarios del Istmo de Tehuantepec es limitada, el reloj sigue avanzando, y, pese a las lluvias que no cesan y los sismos que no ceden, el pasto se seca cada vez más… una chispa puede encender la pradera.


¡Fuera militares, marinos y federales de nuestros territorios!
¡Fuera los partidos electoreros y las instituciones burguesas de nuestros territorios!
¡Fuera Arturo Peimbert Calvo de la DDHPO!

Comité Regional Istmo
CORRIENTE DEL PUEBLO SOL ROJO